PorInstituto Bitácora

Síndrome de Ulises

El síndrome de Ulises o síndrome del emigrante con estrés crónico y múltiple no es un trastorno mental sino un cuadro de estrés muy importante que se da en inmigrantes que viven situaciones extremas y sufren unas condiciones límites que no pueden elaborar adecuadamente.

Puede ser algo muy confuso porque lo primero que acabamos que decir es que no es un trastorno mental, por lo que a la persona que está sufriendo y con cantidad de signos y síntomas de ello le decimos que no tiene nada. Por otra parte también puede ocurrir todo lo contrario, que se diagnostique incorrectamente de trastorno depresivo cuando la persona esta llena de proyectos e ilusiones que desea realizar y quiere y se siente activa.

No es un duelo migratorio clásico, toda inmigración conlleva una enorme cantidad de pérdidas. En primer lugar mencionaremos brevemente algunas características concretas de un “duelo migratorio”: es un duelo parcial, porque el país del que uno se va no se extingue y además como suele visitarlo en vacaciones o mantener contacto con él, se vuelve recurrente el duelo cada vez que vuelve a alejarse, además está vinculado a ciertos aspectos asociados a la infancia muy relevantes, sus orígenes, en cuanto al idioma, personas queridas, costumbres… que ayudaron a formar la personalidad del emigrante. Otra característica es que es múltiple, es un duelo por la familia, por el idioma, por la cultura, por los colores, olores, por el clima, por el estatus social… Puede dar lugar a cambios en la personalidad, que en ocasiones fortalecen al emigrante pero que también pueden llegar a desestabilizarlo.

Cuando no se logra la elaboración y superación de este duelo y se suman características extremas puede desembocar en el Síndrome de Ulises.

¿Cuáles son los estresores más importantes del síndrome de Ulises?

 

–          La separación forzada de los seres queridos con lo que esto supone en todo el sistema de apego, que es un sistema básico de seguridad y supervivencia para las personas.

–          El sentimiento de desesperanza cuando ven que el proyecto y todas las oportunidades que esperan encontrar han fracaso.

–          El tener que luchar literalmente por sobrevivir, con elementos tan básicos como dónde comer o dónde encontrar un techo para dormir.

–          El miedo en los propios viajes, caminar kilómetros y kilómetros en medio del frío, el esconderse en maleteros o incluso maletas, el acabar ahogados al caerse de una patera, las amenazas de las mafias o de la detención y expulsión, etc.

Tenemos que tener además en cuenta que todos estos estresores se pueden acumular y potenciar entre ellos, como se suele decir, lo negativo llama a lo negativo y que esta situación puede durar meses o incluso años con el sentimientos del individuo que poco puede hacer él para cambiar su situación y que lo demás también poco hacemos.

¿Qué siente la persona con un síndrome de Ulises ?

 

Es habitual que el emigrante se sienta triste, irritable, con tensión y dificultad para dormir bien, puede padecer dolores poco específicos, musculares, de cabeza, etc. Que nos recuerdan a cuadros de ansiedad y depresión, sin tener porqué llegar a presentar la persona un cuadro propiamente dicho de estos. Y es que una situación de estrés crónico puede afectar tanto a la personalidad como al funcionamiento de los órganos internas y haber alteraciones en los sistemas hormonales y de neurotransmisores, que haga que se den los síntomas previamente mencionados.

 

Dra. Mª Carmen López Alanís

PorInstituto Bitácora

De vuelta a la normalidad

De vuelta a la normalidad, aunque hay que decir, que este año la Navidad ha sido especial, porque para nosotros, Instituto Bitácora, no ha supuesto grandes cambios en la rutina de trabajo con nuestros pacientes, salvo el grupo de terapia de mujeres, que es siempre especial, e hizo un pequeño paréntesis.

La celebración de la llegada de Sus Majestades Los Reyes Magos De Oriente pone el broche final a estos días, que como os hemos ido contando en este mismo espacio, no son fáciles ni para personas que están en tratamiento por un problema por consumo de alcohol ni para sus familiares. Pero como en todo, también hay cosas buenas, y hoy os dejamos una muestra de ello.

Para Fígaro, uno de nuestros pacientes, con la iluminación de nuestras calles empezó la complicación, aunque lo vio a posteriori, pero lo vio y lo manejó bien. Por delante tenía muchas ocasiones en las que el alcohol iba a ser el gran protagonista. Además, después de unos meses en tratamiento se sentía bien, con fuerza y con la “obligación” de normalizar.

Pero ¿qué es normalizar para una persona que tiene un problema por consumo de alcohol?…

A mis pacientes les repito en muchas ocasiones: “Te puedes fiar de ti en todo, pero acerca de lo que piensas respecto al alcohol, siempre es pronto para hacerlo… Ahora que no quieres beber, que tienes claro que el alcohol es un elemento negativo en tu vida, las ganas de beber seguirán, pero ahora vendrá por otro camino… Ya no vendrán de frente…Ahora buscará la manera de convencerte, buscará la manera de que te des un permisito, para que bajes la guardia y empezar a sumar los pequeños errores, tan pequeños que ni los ves… No te fíes de tus pensamientos relacionados con el alcohol, ponlos primero en cuarentena” Leer más

PorInstituto Bitácora

HÉROES DEL DÍA A DÍA

Estos días de reuniones, celebraciones, regalos, comer y beber, tampoco son fáciles para los familiares de las personas que están en tratamiento por un problema por consumo de alcohol y/o drogas.Como ya os hemos contado hace unos meses en este mismo espacio, consideramos a estas personas, a las esposas,  esposos, madres, padres, hijos, hijas, hermanos, hermanas, como auténticos héroes. Héroes sin capa, de carne y hueso, con sus esperanzas y sus miedos, con sus ganas y sobrecargas, con sus certezas y sus dudas… pero siempre dispuestas a actuar preocupándose por el bienestar del otro, con sacrificio, constancia, valor, fe y amor.

Para los héroes, el camino hasta llegar aquí ha sido largo y ha estado lleno de obstáculos, de curvas, de subidas y bajadas. Un camino que empezó mucho antes que el del propio paciente, ya que uno de sus superpoderes es que se adelantan a los acontecimientos. Ven los problemas antes que el propio afectado, identificado señales que solo ellos son capaces de ver.

Estas dificultades del camino, hacen que una vez que han llegado a la meta, también ellos requieran de atención y ayuda. Los héroes necesitan ayuda para el control de su propio malestar, para aumentar la seguridad en sí mismo, por lo “incierto” e “impredecible” que resulta la vida con alguien que tiene un problema por consumo de alcohol y/o drogas. Los héroes necesitan de un entorno especial, un espacio donde poder hablar de sus propios sentimientos, de sus dudas, temores, esperanzas, deseos… También necesitan pararse para poder analizar las estrategias utilizadas hasta el momento, qué funciona y me lo quedo, qué no funcionan y lo suelto… y además se tendrán que ir ajustando a los cambios que se irán produciendo a lo largo del proceso de recuperación.

En definitiva, tienen que seguir… aunque las fuerzas les fallen…

Os dejo el mensaje que recibí de una de mis héroes, cuando solo quedaban unas horas para estrenar el 2017.

 

Acaba el año y toca hacer balance:

un año lleno de momentos muy duros, de decepciones, de soledad, de crisis de ansiedad… pero no todo ha sido malo.

He descubierto la sensibilidad de mis niños en esos momentos duros, que la familia siempre ayuda, que estar sola no está tan mal, que se puede salir hacia delante, que nada es tan negro como parece, que hay días buenos y días malos, que hay solución para casi todo en esta vida, que hay que saber apreciar los momentos que te brinda la vida, que lo que no quieres que esté en tu vida hay que quitarlo y sobre todo, que de todo se aprende.

Y por muy duro que sea lo que te pase, de todo se saca una enseñanza. Es verdad que yo no me encuentro en mi mejor momento, que por más que lo intento, hay algo, no sé el que, que no me deja disfrutar, y esto a su vez me hace sentir peor.

Echo de menos muchas cosas, vivo en una constante prohibición y alerta. Es muy complicado poder disfrutar así. Sé que es por el bien de XX y de todos. Pero no es fácil. No es fácil entender qué me pasa, hay días que si se por qué me siento mal y otros que no. Ni es fácil ayudar a alguien, cuando igual a la que deben ayudar es a ti misma. No es fácil tirar hacia delante cuando no todos tiran hacía la dirección correcta.

No soy de ese tipo de personas que se refugie en el “¡ay! pobre de mí”, no me gusta que me compadezcan o que estén muy pendiente de mi. Pero odio el no poder contener mis emociones, el ponerme a llorar delante de todos, el venirme abajo con una simple palabra y es así como estoy ahora. Y no es que me pase el día así, es que estoy tan normal y en una simple conversación o con un pensamiento me pongo a llorar.

Con lo que me gusta la Navidad y lo poco que la estoy disfrutando.

Pero hoy es fin de año y toca momento de propósitos y deseos de año nuevo, yo pido que XX se cure en todo, que no es poco y a mí me encantaría poder decir “soy feliz” que hace muchísimos años que no lo soy. Si he estado feliz, pero no he sido. Para mí hay una gran diferencia entre ser feliz y estar feliz. Y me encantaría ser feliz.

 

Asunción Lago Cabana

Instituto Bitácora

 

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Exceso de confianza

Cuando se deja de beber o de consumir drogas, se experimenta una significativa mejoría. Nos sentimos mejor tanto física como emocionalmente. Tenemos mejor ánimo y energía para afrontar nuestras responsabilidades. Las relaciones con las personas queridas se van normalizando. Todo empieza a cambiar para positivo.

Esta mejoría se debe a que las consecuencias negativas que se dan a todos los niveles vitales, y que son derivadas directamente del consumo, van desapareciendo con la abstinencia, o en el peor de los casos no van a más.

Pero la falta de energía, el no cumplir con nuestras obligaciones, el deterioro de las relaciones familiares… no son la enfermedad, son como hemos dicho, consecuencias, de manera, que aunque recuperemos el ánimo, nos sintamos con fuerza y ganas para afrontar los retos del día a día, aunque volvamos a contar con la confianza y el apoyo de nuestros familiares, la enfermedad sigue ahí, y siempre va a seguir ahí.

La recuperación es todo un proceso, que va mucho más allá, que lleva su tiempo, y en el que hay que lograr la aceptación de la enfermedad y un cambio profundo. En dicho proceso, se necesita ayuda para evitar y/o hacer frente a los recesos o recaídas que se pueden producir. La principal situación de riesgo, y que se produce como hemos indicado cuando nos empezamos a sentir bien como consecuencia de la abstinencia, es el exceso de confianza.

Nos sentimos tan bien, que dejamos de pensar que tenemos un problema con el alcohol y/o las drogas, que lo podemos controlar  y dejamos de protegernos. Nos convertimos entonces en altamente vulnerables ante el consumo, y además no somos conscientes de ello.

Os dejamos el testimonio de un paciente, que tiene mucho que ver con lo que hemos expuesto, y que creemos servirá de ayuda para entenderlo mejor.

 

Hola, soy Javier, soy alcohólico. Estoy en terapia de grupo con Choni junto a otros compañeros de grupo. Yo nunca había escrito en un blog, pero me atrevo a entrar para contaros mi experiencia.

Yo dije hace unas semanas ante mis compañeros que no bebería más, porque no me salía de los… ya sabéis. Me acusaron de prepotente.

Y era verdad. La semana pasada en una comida de empresa, a la hora de los postres y las copas, de pronto me entraron unas ganas insoportables de beberme un cubata, o dos,  o cuatro, en ese momento me acordé de Choni, del Dr. Reina, de mis hijos, de mi madre a los que he prometido siempre que no bebería más.

Siguiendo los consejos de autoprotección de mi terapeuta, a la compañera de trabajo que estaba a mi lado y conoce mi enfermedad le pedí que no me dejara solo hasta que llegara al coche, y así lo hice, me fui directo a casa y llamé a mi madre para contarle lo que me había pasado y al escuchar su voz y sus consejos se me quitó la tentación de inmediato.

Por eso os escribo, ni yo, ni nadie es Superman, somos humanos, yo comprobé por mi mismo que si se puede, como dice el coletas.

Os ruego que os auto protejáis y paséis unas fiestas, felices y en abstinencia.

Felices y abstenidas fiestas a todos.

 

Javier.”

 

Asunción Lago Cabana

 

 

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USO DE LA PALABRA ADICCIÓN

Andaba yo marujeando el pasado jueves en la cocina de mi casa acompañada de la radio cuando de repente me llamó la atención algo que había escuchado. Lo primero que pensé es que lo había escuchado mal, que no podía ser, pero sí, si podía ser, porque dicha expresión, que tanto llamó mi atención, se repitió una y otra vez…  En el programa que escuchaba, el presentador y dos psicólogas, interaccionaban con los oyentes y utilizaban la expresión “adicción a los padres” para referirse a los niños y adolescentes que manifestaban diferentes tipos de miedos como consecuencia del estilo educativo sobreprotector de los padres. Leer más

PorInstituto Bitácora

Trastorno Bipolar desde el otro lado de la mesa

Hoy me gustaría intentar mostrar lo que yo siento cuando intento entender a una persona que le han diagnosticado de TB (trastorno bipolar), o bien otro compañero psiquiatra o yo misma, en vez de enseñaros lo que teóricamente una puede saber de la enfermedad ya que hace algunas entradas dediqué dos post a describir en qué consistía el Trastorno Bipolar (TB) su diagnóstico, tratamiento… la verdad, todo muy médico.

Creo que aunque a los clínicos nos ayuden las clasificaciones de los “trastornos mentales y del comportamiento” a los seres humanos que tenemos delante no le gustan esas nomenclaturas de “enfermedad o trastorno”.

¿Cómo se sentirá una persona en un episodio maniaco? ¿Cómo sentirá una persona que experimenta muy intensamente todas las sensaciones, que naturalmente su mente solo selecciona las percepciones agradables, que todo es maravilloso, que todo es genialidad,  que se siente locuaz y divertido, que sus palabras fluyen solas y que no deja de enlazar pensamiento  y nuevas ocurrencias e ideas?

Y… ¿Cómo se sentirá en un episodio depresivo? ¿Cómo se sentirá una persona que no tiene energía si para lo más básico, que se siente plana y bloqueada, que los pocos pensamientos que aparecen son negativos, que se siente solo y aislado? Y… ¿cómo se sentirá cuando ha vivido ambos estados y los compara? Y… no es fácil el equilibrio.

He escuchado a muchas personas definirlo como una montaña rusa, a mí las montañas rusas me gustan pero a veces da muchas vueltas y me acaba mareando, mi atracción preferida de los parques temáticos es la caída libre.

¿Podríamos equiparar estas emociones?

Cuando yo me he montado lo más apasionante ha sido estar en lo más alto con el viento en la cara, más cerca del cielo y por encima de todo, al mismo tiempo que sobrecogedor por estar esperando a que cayera y no saber de qué forma iba a bajar en esta ocasión, si bruscamente, si subiendo y bajando, si hasta la mitad de la torre para después volver a subir y ya caer empicado.

Y… ¿qué pasa cuando estas abajo? Vienes de un viaje y una experiencia indescriptible, que aunque  se la expliques al que se ha quedado abajo mirando cómo tú te subías tienes la sensación de que tiene que montarse para vivir lo mismo que tu. Y… ¿Cómo sobre llevar el estar abajo sabiendo lo divertido que estar arriba? Y al bajar no te quedas en el suelo si no sigues descendiendo hasta el subsuelo ¿habrá alguna atracción de caída libre con un espacio subterráneo? ¿Cómo será? ¿Todo se verá negro y no habrá luz?

 

Dra Mª Carmen López Alanis.

PorInstituto Bitácora

NOTICIAS ALCOHOL Y PUBLICIDAD

Hemos tenido un mes de noviembre repleto de noticias relacionadas con el alcohol. El día quince, se celebraba el Día Mundial Sin Consumo De Alcohol, y en este mismo espacio todo el equipo de Instituto Bitácora, junto a pacientes y familiares, se sumaba con la intención de intentar acercar a todos, esta problemática que no deja de crecer.

Pero también hemos tenido otras noticias a lo largo de todo noviembre en relación al alcohol y menores. El mes se iniciaba con la triste noticia del fallecimiento de una niña de doce años tras sufrir un coma etílico cuando participaba de un botellón durante la celebración de la noche de Halloween. Y a esta noticia le han seguido otras sobre la hospitalización de otras niñas de edades similares (12, 13) quedando a la luz una realidad que no es nueva, y que toda la sociedad en general conoce, y que es, que nuestros chavales empiezan a beber alrededor de los trece años y que además es un tipo de consumo muy perjudicial, ya que se ingieren grandes cantidades de alcohol en muy poco tiempo.

Finalmente, el treinta de noviembre, la noticia estaba en sanidad, desde donde se  anunciaba un proyecto de ley de prevención del consumo de alcohol para menores…

Y ahora, en estos primeros días de diciembre, estoy aquí, que solo veo la tele un ratito, el día que la veo, inflándome no solo de anuncios de colonias y bombones, sino de anuncios de alcohol y de juego online, y me acabo de dar algunos argumentos mas a la reflexión que como madre de adolescente y como psicóloga que trabaja con problemas de adicciones, he estado haciendo como consecuencia de este pasado mes cargadito de noticias de alcohol y menores…

A lo largo de todo el año, y especialmente en estas fechas, nos van colando y calando a través de la publicidad potentes mensajes. Asociación alcohol y éxito, alcohol y sexo, alcohol y amigos, alcohol y deporte, porque son muchos los eventos deportivos que patrocinan marcas de bebidas alcohólicas y muchos deportistas de éxito que aparecen en diferentes anuncios…. Acabo de ver un anuncio de una popular marca de cava protagonizado por el equipo de gimnasia rítmica y sus medallas conseguidas en los juegos olímpicos de Río… pero recuerdo bien el anuncio de una conocida cerveza repleta de famosos… o deportistas como Nadal, Cristiano Ronaldo o Neymar anunciando juego online…

¿Y nos seguimos preguntando qué le pasa a nuestros jóvenes?

 

 Es evidente que la publicidad tiene como objetivo el aumento del consumo de un producto o un servicio. Y por tanto que nos presenten el alcohol o el juego online como algo atractivo y sin ningún tipo de riesgo tiene sus consecuencias. He mencionado el juego online, porque es un ejemplo claro de todo esto. Desde su regulación en dos mil doce, su legalización y la publicidad, los problemas de ludopatía online han aumentado muy significativamente y cada vez hay más jóvenes que presentan dicho problema.

Los responsables, tanto de la publicidad relacionada con el consumo de alcohol y con el juego online,  aseguran que la publicidad que hacen esta enfocada en mantener y aumentar el consumo entre las personas adultas. Y que además existen restricciones en los horarios de emisión que cumplen escrupulosamente.

Unas restricciones que desde mi punto de vista no sirven para mucho. Según la Ley General de la Comunicación Audiovisual, la emisión en televisión de publicidad de bebidas alcohólicas de mas de 20 grados esta prohibida, y en el caso del resto solo se pueden emitir de veinte y treinta a seis, salvo “que esta publicidad forme parte indivisible de la adquisición de derechos y de la producción de la señal a difundir”  como es el caso de los partidos de fútbol.

La publicidad del juego presencial esta prohibida en España, pero no la online, que también tiene una regulación en cuanto a los horarios.

¿Cómo hacer una buena prevención?

 

Con esto y muchos más matices, de los que hoy no nos da tiempo a hablar, está claro que hay mucho que trabajar, para que el proyecto de ley para la prevención del consumo de alcohol en menores tenga buenos resultados, y que se necesita la implicación de todos los agentes sociales… deberíamos de plantearnos qué modelo estamos transmitiendo a nuestros menores, hoy la reflexión ha sido desde la publicidad, pero también es momento de plantearnos, ahora que casi todos tenemos reuniones con compañeros, amigos y familiares, qué modelo de relación y diversión estamos transmitiendo a nuestros hijos.

 

Asunción Lago Cabana

Instituto Bitácora

PorInstituto Bitácora

Adicción: el proceso del desarrollo de la enfermedad

La primera vez que vi este corto de animación, fue hace unos años, cuando un paciente  que había estado en tratamiento con nuestro equipo de Instituto Bitácora por dependencia a un fármaco, me lo mandó porque le había parecido muy ilustrativo.

Hace unas semanas volvió a llegar a mí a través de una conocida red social. Tras visualizarlo de nuevo, como la primera vez que lo hice, pensé que explica muy bien el proceso de desarrollo de una adicción y decidí entonces utilizarlo con algunos pacientes y familiares, como apoyo en el trabajo de algo que muchas veces resulta complicado, que es entender y aceptar que una adicción es un proceso en el que se pasa de un uso voluntario y satisfactorio a la pérdida de la libertad.

No es fácil entender y aceptar que esto que muchos hacen sin perder el control, que esto que antes hacía sin que supusiera un problema, que esto que ahora hago aunque soy consciente de las consecuencias negativas para mí y para los demás, que esto que no soy capaz de no hacer ante determinadas circunstancias, es una enfermedad.

Sin embargo, con este cortometraje, “Nuggets” que está dirigido por Andreas Hykade y Angela Steffen, poco hay que añadir o explicar, es tan simple y directo que lo cuenta todo.

 

En él se vé a un pájaro que no vuela, un Kiwi, experimentar la maravillosa sensación de volar tras comerse una semilla que se ha encontrado en su camino. En solo unos minutos el pájaro pasa de la euforia inicial, un vuelo alto y brillante, a la desesperación, una oscura caída tras caída.

 

www.youtube.com/watch?v=kQ-mRWrx6BI

 proceso-de-una-adiccion

Asunción Lago Cabana

PorInstituto Bitácora

Pensamientos erróneos

La manera de pensar sobre las cosas inspira a cómo nos sentimos y estos sentimientos repercuten en cómo nos comportamos. Es difícil cambiar el modo de sentir pero sí que podemos actuar sobre las formas negativas de pensar y, por tanto, mejorar nuestros sentimientos y forma de actuar.

Los pensamientos erróneos o distorsiones cognitivas no son ningún trastorno ni ninguna una enfermedad, a todos en algún momento de nuestra vida nos ha pasado, lo más importante es poderlo tener en cuenta y ser consciente de ello, porque si se produce de forma muy frecuente puede causarnos problemas. Como hemos dicho antes la forma de pensar nos influye en cómo nos sentimos y esto en cómo actuamos, de forma que detrás de un cuadro de ansiedad o una depresión podemos encontrar muchas distorsiones cognitivas.

Los pensamientos negativos erróneos aparecen de forma automática y muchas veces no son lógicos. Se pueden considerar como formas de malinterpretar la realidad o las situaciones que nos ocurren.

A continuación vamos a exponer algunas de estas formas de malinterpretar la realidad, ¡léelas y piensa sinceramente si no te ha pasado alguna vez!

  1. El debería que o tendría que… seríamos mucho más felices si fuéramos capaces de decirnos a nosotros mismo “me gustaría que mi vecino me saludara al pasar”, en vez de “mi vecino tendría que saludarme al pasar”.
  2. El todo o nada… hay una gran escala de grises entre los extremos del “blanco y el negro” y no todo es “bueno o malo”. No todo puede irte mal, ni todos los hombre son malos, a veces pueden ir regular las cosas y algunos hombres se han podido portal mal contigo.
  3. La magnificación… es cuando exageramos lo negativo, los defectos o los errores y podemos caer en que “esto es fatal”, en el catastrofismo y la horribilitis.
  4. La minimización… es cuando no prestamos atención a lo positivo y si está bien es porque así debe de ser, “si he aprobado el examen es porque era fácil y me han preguntado lo que yo sabía”.
  5. 5. La sobregeneralización… esto ocurre cuando usamos palabras como el “nunca”, “siempre”, ”todo”…Si llevo toda la mañana haciendo las tareas de la casa pero no me ha dado tiempo de hacer la compra, no sería correcto decir que “no he hecho nada en toda la mañana”.
  6. La personalización… Otro tipo de error que podemos cometer es tomar como nuestro una responsabilidad que no nos corresponde, y casi siempre suelen ser hechos negativos , por ejemplo, viene un familiar a verme y le indico cómo llegar a casa, se ha perdido porque “yo no le he indicado bien”.
  7. Lectura del pensamiento… Este pensamiento distorsionado consiste en asumir lo que los demás están pensando o sintiendo sin evidencia alguna de que esto sea así. Hoy he llegado tarde al trabajo… como yo soy capaz de leerle el pensamiento a mi jefe…“seguro que se cree que soy una floja y está enfadado conmigo”.
  8. Etiquetaje… ponerse una etiqueta que además suele ser negativa “yo es que soy muy patoso, irresponsable…”
  9. Adivinación… Este pensamiento irracional consiste en hacer una predicción y luego convencerse de que es un hecho ya establecido. El pensamiento catastrófico muchas veces empieza por los “¿y si…?”

 

¿Se cura el pensar mal?

La mayoría de las personas piensan que no se puede cambiar la forma de pensar. La forma en la que uno piensa o interpreta su entorno es algo que se aprende, uno no nace optimista o pesimista, sino que en gran medida aprende a pensar o interpretar de forma más o menos realista los hechos y de la misma manera que se aprende se desaprende y se aprende a pensar de otra manera, por tanto, el “me gustaría pensar de otra manera” depende sólo de ti, no es fácil pero es posible.

Dra. Mª Carmen López Alanís.

Psiquiatra Instituto Bitácora

PorInstituto Bitácora

DEPORTE: de la salud a la obsesión.

En  este escrito nos referimos a la realización regular de ejercicio físico como factor fundamental para el bienestar psicofísico de las personas, frente a la práctica de deporte que se convierte en una obsesión.

 De todos es sabido, que la práctica deportiva es un elemento importante, en algunos casos hasta decisivo, para poder estar bien. Es importante en todos los rangos de edad. Y es significativo en la prevención de enfermedades, en la evolución o desarrollo de éstas, y en la recuperación de la salud.También es sabido, que el ejercicio tiene grandes beneficios sobre nuestro estado mental y emocional. Es un factor estabilizador del estado de ánimo, es una fuente generadora de alegría, de buen humor, un potente liberador de tensiones acumuladas. Y esto se debe a que con el deporte aumentan los niveles de determinadas sustancias en nuestro organismo. Sustancias a las que podríamos llamar “sustancias del bienestar”.Y además de los beneficios a nivel físico y psicológico, el deporte es una importante fuente de relaciones sociales, y un ocio saludable y satisfactorio.

Por todo esto, y por otras cuestiones, el deporte está más de moda que nunca. Y como no puede ser de otra manera, está impregnado por éste nuestro estilo de vida postmoderno en el que la búsqueda de la perfección nos tiene esclavizados, y la belleza física es lo más importante… está tan de moda, que lo que de toda la vida ha sido correr, ahora es running, aunque no hace mucho era footing, o jogging… está tan de moda, que no se libra del consumismo, y hay detrás o más bien delante, toda una maquinaria de publicidad de todo tipo de productos, de ropa, de calzado, de productos alimentarios, de estimulantes de esto, de potenciadores de lo otro…está tan de moda que muchas causas solidarias se apoyan en eventos deportivos para sensibilizar y movilizar a la población…está tan de moda, tan presente, que la obsesión por la práctica de deporte ha pasado a ser un trastorno reciente que va teniendo cada vez una mayor repercusión en nuestra sociedad, y se convierte en un problema serio, cuando su práctica pasa a ser  excesiva, continua, constante e intensa, pudiendo dar lugar al desarrollo de una adicción.

 

¿Dónde está el límite entre lo que es engancharse al deporte de manera sana y estar enganchado al deporte?

 

Esta problemática es relativamente nueva. Hasta los años setenta no se empezó a utilizar la palabra adición al deporte. Por ello, no existe una definición estándar, no está incluida en el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) y no existe consenso para describir, explicar, diferenciar y clasificar esta creciente problemática. Sin embargo, la mayoría de los autores hacen uso del término adicción al deporte para explicar la dedicación diaria y casi obsesiva de muchas personas, que sin importarles las condiciones ambientales (climáticas) ni corporales (lesiones o enfermedades potenciales) sienten la necesidad urgente de practicar deporte, a menudo tienen pensamientos recurrentes sobre la práctica de ejercicio y experimentan síntomas físicos y psicológicos de retirada cuando no pueden realizarlo.

Desde el punto de vista psicológico la dependencia al deporte se podría explicar como un reforzamiento positivo, ya que mejora el estado de ánimo, mejora la salud y es fuente de relaciones sociales, por lo que estos beneficios podrían fomentar la repetición de la conducta.

Desde el punto de vista fisiológico, la adicción al deporte se puede explicar por las “sustancias del bienestar” que se liberan. De entre ellas las más conocidas son las endorfinas, que proporcionan sensación de felicidad, alegría, incluso euforia, reduciendo así la ansiedad y el estrés. Y que tienen además efecto analgésico, por lo que reduce también el dolor, retardando la sensación de cansancio y fatiga.También se aumenta el nivel de dopamina, que es una sustancia implicada en la adicción a las drogas, y que es la responsable de las sensaciones placenteras tras el ejercicio. La serotonina, que es una sustancia que se libera fundamentalmente cuando hacemos deporte al aire libre, provoca sensación de calma, relajación, y además facilita conciliar el sueño.Nuestro cerebro, con la práctica del ejercicio físico, se va acostumbrando a la presencia de las “sustancias del bienestar”, por lo que se repite la conducta buscando las sensaciones placenteras, y cuando pasamos una temporadita sin hacer ejercicio nuestras células los reclaman pudiendo su falta producir hasta cambios de humor.

Podemos afirmar que la adicción al deporte, como todas las adicciones, presenta tres características principales: Dependencia, tolerancia y abstinencia. Dependencia, entendida como la búsqueda del estado de bienestar que produce la realización del ejercicio. Tolerancia, por la necesidad de ir aumentando la frecuencia e intensidad de la actividad para poder alcanzar la misma sensación. Y abstinencia, por la aparición de una serie de síntomas, físicos y psicológicos, ante la imposibilidad de realizar la actividad.

Además, van apareciendo consecuencias negativas, porque la práctica del deporte llega un momento en que se antepone a responsabilidades, actividades y relaciones que antes resultaban gratificantes para la persona.

Como en todas las adicciones, identificar cuándo la actividad pasa a ser un problema no resulta fácil. La adicción es una enfermedad insidiosa, que se desarrolla lentamente, cuya sintomatología pasa inadvertida en los inicios y que además resulta  fácilmente justificable, por lo que en la mayoría de los casos, cuando se empieza a escuchar de los demás cuestiones como “¿No crees que entrenas demasiado?… ¿No te estarás obsesionando?… ¿No vas a parar?…” es que ya hay un desequilibrio significativo.

Si ante estos mensajes, vengan de los demás o vengan de nosotros mismos, no existe capacidad para ponerse límites y cumplirlos, es el momento de acudir a especialistas para hacer frente a este problema, problema que es grave, complejo, progresivo y tratable.

La dependencia al ejercicio se considera patológica y un riesgo para la salud, ya que se asocia a problemas físicos, como lesiones, alteraciones psicológicas, ansiedad y depresión, y en algunos casos también a trastornos de la alimentación.

En la mayoría de los casos se necesita ayuda para afrontar la relación problemática con la actividad física, ya que no es fácil tener conciencia acerca de éste problema. El deporte es saludable y deseable, para todo y para todos.  Todos experimentamos la sensación de bienestar, de subidón que nos proporciona su actividad. Con el deporte liberamos las drogas naturales de nuestro cuerpo, y eso es saludable. Lo que no lo es, es que su práctica pase a ser una obsesión, en la que no nos sentimos bien si no lo practicamos.

 

Asunción Lago Cabana

Instituto Bitácora.

 

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