De vuelta a la normalidad

PorInstituto Bitácora

De vuelta a la normalidad

De vuelta a la normalidad, aunque hay que decir, que este año la Navidad ha sido especial, porque para nosotros, Instituto Bitácora, no ha supuesto grandes cambios en la rutina de trabajo con nuestros pacientes, salvo el grupo de terapia de mujeres, que es siempre especial, e hizo un pequeño paréntesis.

La celebración de la llegada de Sus Majestades Los Reyes Magos De Oriente pone el broche final a estos días, que como os hemos ido contando en este mismo espacio, no son fáciles ni para personas que están en tratamiento por un problema por consumo de alcohol ni para sus familiares. Pero como en todo, también hay cosas buenas, y hoy os dejamos una muestra de ello.

Para Fígaro, uno de nuestros pacientes, con la iluminación de nuestras calles empezó la complicación, aunque lo vio a posteriori, pero lo vio y lo manejó bien. Por delante tenía muchas ocasiones en las que el alcohol iba a ser el gran protagonista. Además, después de unos meses en tratamiento se sentía bien, con fuerza y con la “obligación” de normalizar.

Pero ¿qué es normalizar para una persona que tiene un problema por consumo de alcohol?…

A mis pacientes les repito en muchas ocasiones: “Te puedes fiar de ti en todo, pero acerca de lo que piensas respecto al alcohol, siempre es pronto para hacerlo… Ahora que no quieres beber, que tienes claro que el alcohol es un elemento negativo en tu vida, las ganas de beber seguirán, pero ahora vendrá por otro camino… Ya no vendrán de frente…Ahora buscará la manera de convencerte, buscará la manera de que te des un permisito, para que bajes la guardia y empezar a sumar los pequeños errores, tan pequeños que ni los ves… No te fíes de tus pensamientos relacionados con el alcohol, ponlos primero en cuarentena”

Fígaro, con las primeras luces de los primeros días de diciembre pensó que normalizar era ir de celebración en celebración. Había motivos para estar contento. Los meses en abstinencia habían hecho mucho bien en él y en su entorno. Estaba contento porque después de algunos años volvía a celebrar  con los compañeros, con los que empezaba a sentirse cómodo, la tradicional comida de empresa. También porque sus amigos, con los que volvía a reírse y a sentir complicidad, contaban con él para reunirse y felicitarse las fiestas. Estaba contento porque su familia, que no ha dejado de apoyarle y animarle, se mostraba esperanzada y le transmitía ilusión y confianza.

Pero la “obligada” normalidad de estos días pasados, pasaron factura, y no me refiero solo a que en una de esas normales y obligadas celebraciones experimentó, un fuerte deseo de consumo, que pudo manejar bien. Me refiero a que la tristeza por lo perdido, por lo que se había dejado por el camino le invadió. Y ahora, sin alcohol, tuvo que experimentar casi por primera vez, después de muchos años maquillándola, la tristeza… pero como no podía ser de otra manera Sus Majestades Los Reyes Magos, le obsequiaron con un presente.

MIS REYES MAGOS

Hola, soy Fígaro.
Soy alcohólico.
Yo no creía en los Reyes Magos. Ahora vuelvo a creer.
Vosotros pensaréis que cómo es posible que un hombre con medio siglo y un coeficiente intelectual de ciento cuarenta crea en los Reyes Magos.

Pues os cuento.

Yo soy alcohólico desde no me acuerdo cuando. Estuve en abstinencia tres años y recaí. A raíz de mi recaída mi convivencia en casa era insoportable, sobre todo con mi hijo mayor, que tiene un carácter igual al mío.
Esto provocó en gran medida, creo yo, que mi hijo emigrara a trabajar al extranjero, porque nos llevábamos mal debido a mi enfermedad y el no lo soportaba.
Volví a ponerme en terapia y llevo cuatro meses en abstinencia.
Él lo sabe por su hermano y su madre…

El día de Reyes por la mañana, estando yo meditando ante la tele, sonó mi móvil. Era un WhatsApp. Era de los Magos. Os reproduzco el texto porque sé que a ellos no les importará.

” Papá, por muchos choques que hayamos tenido, yo soy consciente de que eres mi Padre y me quieres. Durante otros momentos de mi vida, la verdad es que hemos chocado tanto que te llegué a odiar un poco y todo. Pero ahora puedo ver que eres un hombre nuevo, con ilusiones y objetivos, un Padre de verdad y me alegra mucho esto. Así que, como siempre aquí estoy para echarte una mano si lo necesitas, no te preocupes que también tengo recuerdos buenos y además nos queda mucho por vivir.
Te quiero mucho Papá y fuerza para seguir así y sé que no tiene que ser fácil.”


Seas quien seas y tengas la edad que tengas, después de esto cualquiera volvería a creer en los Magos. ¡Hasta yo!
Espero que como a mí Sus Majestades os hayan traído un motivo y una esperanza para volver a creer y seguir en una eterna abstinencia.
Quedo de todos vosotros.
Fígaro.

 Asunción Lago Cabana

Sobre el autor

Instituto Bitácora administrator

Somos un equipo multidisciplinar, encabezado por el Dr Reina, dedicado al tratamiento del alcoholismo y otras adicciones, así como a la atención de la familia y a las patologías mentales, desde un modelo bio-psico-social que permite hacer una lectura antropológica de la persona que presenta el problema en su contexto y dentro de unos principios Bioéticos.

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