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PorInstituto Bitácora

Cannabis y sus efectos

Hay muchas personas que consideran que el cannabis, la droga ilegal más consumida en todo el mundo, es una sustancia inocua, que no supone un riesgo para la salud. E incluso hay personas que tienen una visión positiva de su uso, a pesar de las muchas evidencias acerca de los efectos negativos del cannabis.

Existen muchos tópicos y mitos, mucha información distorsionada acerca del uso recreativo del cannabis,  que promueven una cultura favorable hacia su consumo y que responden a diferentes intereses,  y por ello, el debate sobre su consumo, está muy presente.

Nuestro objetivo es compartir algunas de las situaciones relacionadas con esta droga, que nos encontramos día a día en la consulta. Y por la que habría que empezar es precisamente esta cuestión, la resistencia a entender y a aceptar, que para algunas personas el consumo de cannabis se ha convertido en un problema serio, en una adicción.

 Con información de fuentes serias, parece una realidad innegable, que el uso continuado de cannabis provoca problemas físicos, psicológicos, sociofamiliares, y escolar-laboral. A poco que profundicemos n os encontramos con que la marihuana o el hachís producen:

-Problemas respiratorios y cardiovasculares, así como procesos cancerosos similares al del tabaco.

-Alteraciones en el aprendizaje y memoria, que afectan al desarrollo intelectual y por tanto al rendimiento escolar y/o laboral.

-Alteraciones psicológicas, o el llamado síndrome amotivacional, que se caracteriza por la aparición de apatía, empobrecimiento afectivo, abandono y desinterés, que tiene mucho que ver con el término “pasota” y que dificulta los procesos de maduración afectiva.

-Reducción del sistema inmunitario y alteración de la reproducción celular, que supone mermar la capacidad del organismo ante las infecciones.

-Afecta negativamente al funcionamiento hormonal sexual, tanto en hombres como en mujeres, en el caso del hombre reducción del número y movilidad de los espermatozoides, ciclos menstruales sin ovulación en el de la mujer.

-En personas con predisposición favorece la aparición de trastornos psicóticos graves.

-Y puede acabar en el desarrollo de una adicción.

El consumo esporádico también puede suponer un riesgo. Además del hambre que entra, de la risa floja y tonta, de lo lento que pasa el tiempo, de las distorsiones en la percepción sensorial que parece todo más bonito más intenso, de lo rojo que se te ponen los ojos… tras esa excitación inicial, con aumento del ritmo cardíaco y presión arterial,  viene la sensación de relajación, con descoordinación intelectual y somnolencia, por lo que resulta muy complicado  entonces, llevar a cabo procesos mentales en los que intervenga la memoria o la concentración. Y  lo de montarnos en el coche bajos los efectos del cannabis cuando los tiempos de reacción son mayores porque la capacidad de atención y alerta está mermada, supone un riesgo tanto para nosotros como para los demás…

Pero a pesar de ello, de las consecuencias tanto del consumo continuado como del consumo esporádico, cuando tenemos ante nosotros un caso de una persona con problemas por el consumo de cannabis, ya sea el consumo el problema en sí mismo, es decir una adicción, o el consumo de cannabis esté afectando de manera negativa a otro problema, nos encontramos con un alto nivel de resistencia por parte de los pacientes para entender y aceptar dicha situación. La persona niega o minimiza que el consumo de marihuana o hachís sea un problema, porque ese es el mensaje que les llega, que fumar porros tiene efectos menos negativos que el alcohol o el tabaco, que es  un producto natural, de hecho cada vez hay más gente que lo cultiva en casa, que el hachís o la marihuana no produce adicción, que su consumo se puede controlar porque mucha gente fuma porros a lo largo de su vida y no pasa nada, que tienen efectos terapeúticos…

El primer paso pues, sería aceptar la negativa del paciente como algo normal, que forma parte de la sintomatología de este tipo de trastornos, y trabajar sobre la motivación, para aumentar la conciencia de problema y la posibilidad de cambio.

Asunción Lago Cabana. Psicóloga Instituto Bitácora.

 

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Día Mundial Sin Alcohol

Domingo 15 de noviembre se celebra el Día Mundial Sin Alcohol.

Desde hace más de una década tengo el privilegio de acompañar a personas que tienen problemas con el alcohol, pacientes y familiares, en un  proceso de cambio que a veces resulta fácil y gratificante, y otras resulta difícil y más gratificante aun. Después de este tiempo, me sigue emocionando comprobar cómo gracias a haber pasado por una experiencia tan dolorosa como es la adicción al alcohol, todos aprendemos a querer más, a vivir más, y digo “todos” porque gracias a todos ellos he aprendido, aprendo y seguiré aprendiendo a ser mejor persona.

Para algunos de ellos un día sin alcohol es…

“Papá se compraba una botella de las grandes de cerveza y cuando se la terminaba empezaba con otra nueva…

 La vida sin alcohol no sé que supone. Sólo sé que antes mi padre estaba siempre con una cerveza, luego con una coca-cola y ahora con agua. ¡Me encanta mi padre de ahora, el del agua! Con él me río, voy en bici, salgo a correr… “

Un niño con casi 10 años

¿Qué supone la vida sin alcohol?

Principalmente y lo que más valoro a día de hoy es la SERENIDAD en la que me encuentro, esa capacidad de soltar y dejar atrás viejos sueños o reproches, de no guardar rencor. De disfrutar de una gran calma interior.

La vida sin alcohol me ha regalado un PRESENTE, permitiéndome estar abierta a lo nuevo. Me ha regalado SEGURIDAD y CONFIANZA en mí misma y en mi pareja, he conseguido RESPETAR y AMAR quiénes somos y cómo somos, amando la manera en que somos diferentes.

La vida sin alcohol supone DELEGAR, COMPARTIR, RESCATAR HOBBIES, TIEMPO LIBRE… en definitiva, VOLVER A CREER EN TUS SUEÑOS Y SEGUIR SOÑANDO.

El NO al alcohol me ha regalado la ALEGRÍA y me ha permitido VIVIR SIN MIEDO. Me siento AGRADECIDA y VIVO CON MUCHO GUSTO valorando las cosas nuevas que me aporta un nuevo día.

GRACIAS  A  LOS QUE ME RODEAN Y ME HAN RODEADO.”

La mamá del niño de casi 10 años

 

“La vida sin alcohol es redescubrir cosas maravillosas que habías olvidado”.

Dos años y medio luchando para estar sobria.

“Nunca, nunca puedo olvidar que dejar la adicción depende solo de mí… un día sin alcohol, una vida sin alcohol supone poder mirar en mi interior, recuperar mi dignidad, mi estima y mi respeto”

 

Un hombre desde la senectud.

“El vivir sin alcohol, me permite ser consciente”

En la serena soledad

“Con alcohol todo es peor”

Desde el cielo

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NUEVOS TÉRMINOS PARA LA NUEVA REALIDAD

Vamos a intentar aclarar, mediante una pequeña explicación, algunos términos que nacen con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y que por tanto son relativamente nuevos para la mayoría de nosotros pero que van a ir apareciendo cada vez con más frecuencia.

 En varias ocasiones, en publicaciones anteriores, hemos hecho referencia al término nativos digitales. Los nativos digitales son las personas que han nacido con las nuevas tecnologías, las TIC o tecnologías de la información y comunicación. Han pasado toda su vida rodeados de y usando, ordenadores, videojuegos, reproductores digitales de música, videocámaras, móviles, internet, correo electrónico, mensajería instantánea, y todos los demás juguetes y herramientas de la era digital, por lo que su manejo es muy superior al de generaciones anteriores, y además su forma de aprendizaje e interacción con ellas, nada tiene que ver con la de aquellos que no  nacimos en el mundo digital, pero que en algún momento de nuestras vidas nos acercamos a la nueva tecnología, y nos instalamos en ella. A estos últimos se les llama Inmigrantes Digitales, y el término surgió de comparar el aprendizaje de las Nuevas tecnologías con la adquisición de un segundo idioma a una edad avanzada, porque cuando piensas, siempre lo haces en tu idioma de origen. Y esto, en el campo de las TIC, se manifiesta en cosas tales como que los inmigrantes digitales, en muchas ocasiones las utilizamos como segundo o tercer recurso, los inmigrantes digitales “no perdemos nunca el acento”.

También hace unas semanas, hablábamos acerca de un término relativamente nuevo, el miedo a perderse algo o FOMO. Este término que ha aparecido como consecuencia del mal uso de las nuevas tecnologías, en concreto, en relación a los chat y las redes sociales, recordemos que, consiste en la sensación de angustia que experimentan algunas personas, por la imposibilidad de poder llegar a todo lo que se publica, de poder atender a todo lo que se publica, y de poder  estar presente en todos los eventos y actos que se publican. La persona puede llegar a experimentar sentimientos de desánimo por sentir que su vida está vacía respecto a la de los demás, que es más aburrida que la de los demás, y siempre sienten que se están perdiendo algo. Es la manifestación a través de la red del miedo social a ser excluido. La sensación de malestar, les impide entender, que las imágenes y comentarios que se publican, son solo unas escenas, unos fotogramas elegidos, de un acontecimiento concreto, que la vida está llena de algunos pocos momentos como los que se exhiben, y de muchos simplemente buenos, regulares y malos. Los estudios existentes, concluían que las cifras de afectados van en aumento, y que entre las personas que son más activas en cuanto a publicar fotos, y cambiar su perfil en las diferentes redes sociales, el porcentaje es mayor. Leer más

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Por el miedo a perderse algo,acabamos perdidos

En el último post sobre Nuevas Tecnologías, en el que hacíamos una reflexión acerca de los muchos y diferentes problemas derivados de su mal uso y de la necesidad de estar preparados para poder detectarlos y tratarlos, hicimos referencia a un nuevo síndrome denominado FOMO (fear of missing out) o miedo a perderse algo.

Este fenómeno ha aparecido como consecuencia de la facilidad para sobrepasar los límites del control del manejo de las redes sociales, y a nuestro alrededor se dan casos en los que se aprecia de manera evidente, aunque para la mayoría pasan desapercibidos por ser algo muy reciente pero cada vez más habitual.

Una de las características de las Nuevas Tecnologías es la inmediatez. Nos llegan multitud de noticias sobre acontecimientos actuales, libros que leer, películas que ver, eventos en los que participar, y también nos llegan, porque es un buen escaparate, detalles de la vida de nuestros amigos, de nuestros conocidos y no tan conocidos, que con o sin pudor, nos bombardean con multitud de fotos y comentarios acerca de lo que hacen o dejan de hacer.

El FOMO tiene que ver con la sensación de angustia que se puede generar, por no poder llegar a todo lo que se publica, por no poder atender a todo, por no poder  estar presente en todo.

No todos los que hacen uso de las redes sociales acaban experimentando este malestar, pero en  las recientes investigaciones sobre este fenómeno, las cifras de personas afectadas van en aumento. En las más recientes se concluye que dos tercios de los usuarios tienen este  problema y en mayor proporción la población comprendida entre jóvenes de trece a treinta y cuatro años, y más en hombres que en mujeres.

Estas personas, pueden llegar a experimentar  sensación de inferioridad, sentir que su vida es menos interesante que la de los demás, creer que se ha quedado fuera de algo importante. A estas sensaciones negativas, hay que sumarle el malestar por la necesidad de estar permanentemente conectado a lo que se publica. Todo ello puede acabar generando un cuadro de depresión o ansiedad si esta situación se mantiene en el tiempo.

Y desgraciadamente es lo que suele ocurrir, que se va perpetuando y complicando con el tiempo. El deseo o necesidad de querer prestar atención a todo, y a todo lo que los demás están haciendo y estar cada vez más tiempo conectados, hace que estemos tan centrados en el otro, que simplemente nos olvidamos de nosotros y dejamos de poner atención en las cosas que realmente son importantes. Ahora lo prioritario es estar, saber qué se cuece en todo momento en la red, y además en la mayoría de los casos no estamos hablando de una sola, sino de varias simultáneamente.

Estoy conduciendo, o trabajando, o escuchando una conferencia, o viendo una buena película, o jugando con mi hijo, o saboreando una exquisita comida, o charlando con un buen amigo… y escucho el sonido o siento la vibración que me avisa de un nuevo mensaje y sí o sí tengo que abrirlo… o no soy capaz de reprimir el impulso de enviar un tuit o subir una foto a instagram cuando estoy disfrutando de una situación agradable.

¿Por qué acaban sintiéndose tan mal las personas que padecen este tipo de trastorno? Porque por estar al tanto de todo lo que se publica, por estar al tanto de todo lo que hacen los demás, o para que los demás estén al tanto de todo lo que nosotros hacemos, dejamos lo que estamos haciendo, nos salimos de las situaciones que estamos viviendo, o simplemente dejamos de hacer actividades que nos aportan satisfacción y bienestar.

Es una doble vía para acumular sentimientos negativos, por una parte el no disfrutar con lo nuestro, y por la otra sufrir por lo que no somos capaces de abarcar.

Asunción Lago Cabana

PorInstituto Bitácora

SI LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS ESTAN EN TODAS PARTES ¿POR QUÉ LAS DEJAMOS FUERA DENTRO DE LA CONSULTA?

¿Qué vemos a nuestro alrededor?

Un niño, sentado junto a su madre en la piscina, quieto, callado, con el móvil de su madre jugando y jugando, mientras los demás niños están tirándose a ver quién salpica más a bomba, gritando con los ojos cerrados “Marco” y escuchando de dónde viene “Polo”, buscando tesoros en las profundidades…

Una madre que cuenta que las vacaciones que había diseñado con ilusión para ella y su hija, se habían vuelto insufribles, porque la chica no paraba de quejarse unas veces por la falta de cobertura mientras estaban en una idílica playa, y otras, cuando estaban en el hotel que ofertaba múltiples actividades, porque sus amigos habían estado en tal o cual sitio y ella se lo había perdido…

Una amiga, que en vez de estar de vacaciones ha estado de auténtica reportera porque lo verdaderamente importante para ella era que todos viéramos en el sitio tan estupendo que ha estado…

Una pareja que cada vez está más distanciada, y ella se siente viva, feliz, conociendo o reencontrándose con otras personas ajenas a su vida marital en las redes sociales…

Un médico que contesta su móvil mientras atiende a un paciente… la seño que whatsAppea mientras los alumnos hacen un examen… Leer más

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LA FAMILIA FRENTE AL ACOSO ESCOLAR

El acoso escolar o bullying, es la violencia entre iguales que emerge de la vida escolar. Tiene lugar cuando una o más personas hacen daño de forma intencionada, repetida y prolongada en el tiempo a otra. Y puede darse tanto en el centro escolar como fuera de éste, así como a través de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, llamándose en este caso ciberacoso.

A muchos de nosotros nos sorprenden los datos sobre acoso escolar de los últimos estudios, las estadísticas  señalan, que uno de cada cuatro alumnos refiere haber sido víctima de un episodio de violencia escolar.

Vivimos en una sociedad en la que pasan como normales por ser habituales, los ataques, las ofensas, las amenazas, las discriminaciones,  al otro. Así, TODOS los que formamos parte de ella, podemos decidir si fomentar los factores de riesgo o fomentar los factores de protección frente al acoso escolar. Desde Instituto Bitácora, como centro de atención a la familia, hoy ponemos el énfasis en los aspectos familiares, ya que la familia es un pilar fundamental tanto en la prevención, como en la detección y actuación frente al acoso escolar. Leer más

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NUEVAS TECNOLOGÍAS

La utilización adecuada de las nuevas tecnologías supone una herramienta extraordinaria para la información y la comunicación, pero su mal uso implica un riesgo que puede desembocar en el  desarrollo de una enfermedad, la adicción a las nuevas tecnologías.

Los problemas relacionados con las nuevas tecnologías, al igual que en el caso de las adicciones químicas y otras adicciones comportamentales, son un problema cada vez más común, serio y tratable.

Un problema que resulta difícil de entender, ya que habitualmente en los inicios, resulta una actividad gratificante, es una buena herramienta de trabajo, es un medio para buscar información, es otra forma más de relacionarse o ampliar red social, es una fuente de distracción… pero llegado un momento, para determinadas personas, deja de ser  placentero, e interfiere negativamente en el funcionamiento de la vida cotidiana.

Como ocurre con otros trastornos, cuando la actividad está interfiriendo de manera negativa en los diferentes aspectos de la vida de la persona, nos tenemos que plantear que algo no está funcionando bien, que tenemos un problema.

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APRENDE A VER LA ADICCIÓN COMO UNA ENFERMEDAD ESPECIAL II

Hace unos días ya comentamos en nuestro blog las particularidades de la adicción a la hora de ser tratada. Los terapeutas nos encontramos con algunas dificultades a la hora de tratar con el paciente que hace de la adicción una enfermedad distinta del resto, y como tal, se convierte en una enfermedad a la que hay que abordar de forma muy diferente.

En el post anterior nos centramos en hacer una clasificación de los perfiles que los terapeutas nos solemos encontrar a la hora de enfrentarnos con pacientes adictos, independientemente del perfil de su adicción.

En este post vamos a hacer hincapié en el perfil más frecuente de adicto en primera visita. Tal y como ya comentamos el principal volumen de petición de ayuda viene de parte de los terceros significativos, fundamentalmente de la familia, por lo que trabajar la demanda y motivación de la familia en estos casos es tan importante como el trabajo con el paciente.

La familia juega un papel fundamental en la terapia de un adicto, ya que suelen ser ellos en la mayoría de los casos los que dan razones a la persona para buscar ayuda. Es frecuente que, en el momento de la demanda, el motivo de consulta para muchos de estos pacientes no es la adicción, al paciente le preocupa mucho más restablecer la normalidad con la familia que su propio sufrimiento.

Como vemos, el papel de la familia en esta enfermedad es tan importante, que a veces, hasta cuando el paciente se niega a recibir ayuda, a través del trabajo con ellos, la familia sin paciente puede propiciar el cambio.

En estos casos, el objetivo es que el familiar acepte y entienda que estamos ante una enfermedad, que se sienta mejor, que podamos  aliviar parte de su angustia, y sobre todo poder propiciar un cambio de estrategias en el familiar que pueda producir un cambio en el paciente, si la familia modifica su actitud puede influir de manera positiva en el aceptación de tratamiento por parte de la persona que tiene el problema.

Asunción Lago Cabana. Psicóloga del Instituto Bitácora.

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APRENDE A VER LA ADICCIÓN COMO UNA ‘ENFERMEDAD ESPECIAL’ I

Si me caigo y me fastidio el codo, me voy rápidamente al traumatólogo a que me lo miren y me quiten el dolor.  Si tengo fiebre o siento escalofríos, tengo tos, la nariz tapada, dolores musculares, dolores de cabeza, sensación de cansancio, me dirijo a mi médico de atención primaria, para buscar un remedio contra el malestar de la gripe. En todos los casos, además, seguiré las indicaciones dadas. Sin embargo, en el caso de las adicciones no es así. La adicción es una enfermedad especial por diferentes motivos, pero el que hoy nos ocupa es la demanda.

La demanda tiene que ver con el reconocimiento de que se necesita ayuda, con el deseo de cambio, y en el caso de las adicciones, es la única enfermedad en la que el sufrimiento de la persona no implica necesariamente petición de ayuda.

La falta de motivación forma parte de la sintomatología de esta enfermedad, hay que aceptarlo como algo normal, como la fiebre o los escalofríos en la gripe, y es el gran desafío tanto para  iniciar un tratamiento como en la adherencia a éste, requisito indispensable pero no único para poder empezar un proceso terapéutico.

En el tratamiento de las adicciones, el caso de una persona que reconoce la pérdida de control frente a una sustancia, a una conducta o a una relación, es desde el punto de vista estadístico muy poco significativo.

El principal volumen de petición de ayuda viene de parte de los terceros significativos, fundamentalmente de la familia, por lo que trabajar la demanda ymotivación de la familia en estos casos es tan importante como el trabajo con el paciente.

Un segundo tipo de demanda, es la persona que acude a consulta acompañada por un familiar, que es el que ha solicitado la cita y que acepta un consumo excesivo pero cree poder controlarlo él solo. En este caso es fácil que se establezca una competencia por el poder entre terapeuta y paciente, por lo que hay que ser hábil para conseguir que el paciente termine aceptando que necesita ayuda y sea consciente de los riesgos que acarrea el consumo.

Un tercer tipo sería, la persona que acude a consulta por presión familiar pero no acepta tener problemas. En este caso, el paciente ve al terapeuta como un adversario al que tiene que demostrar que no hay problemas. Cuando no existe motivación, hay que evitar la confrontación, definir estrategias para lograr la cooperación del paciente y desmontar mecanismos de defensa.

En todos los casos, es prioritario adecuarse al nivel de motivación del paciente, poner especial énfasis en el establecimiento de una buena alianza terapéutica, mostrar una actitud receptiva y establecer metas compartidas con el paciente.

Así que, terapeutas y familiares, tenemos que tener en cuenta que en esta enfermedad especial ante un NO se puede y se debe actuar.

Asunción Lago Cabana. Psicóloga de Instituto Bitácora.

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PROFUNDIZANDO EN ALGUNAS EMOCIONES TÓXICAS

En este post nos centraremos en describir algunas de las emociones que pueden convertirse en tóxicas si no se canalizan de la forma adecuada, como el enfado, la ansiedad, la angustia o la envidia, por describir algunas de las más frecuentes.

 El enfado tóxico

Enfadarse es algo normal y universal, sin embargo, a muchas personas les cuesta expresarlo, porque consideran que estar enfadado es malo y que no es correcto mostrarse así, por lo que reprimen esa emoción o la disimulan.

Normalmente nos enfadamos cuando no se cumplen nuestras expectativas, es decir, cuando esperamos una cosa y recibimos otra. Ahora bien, la forma en que canalicemos esta emoción será clave para seguir adelante superando obstáculos y resolviendo situaciones difíciles de nuestra vida o para convertirla en una emoción tóxica.

Así, muchas personas confunden enojo Leer más

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