La utilización adecuada de las nuevas tecnologías supone una herramienta extraordinaria para la información y la comunicación, pero su mal uso implica un riesgo que puede desembocar en el desarrollo de una enfermedad, la adicción a las nuevas tecnologías.
Los problemas relacionados con las nuevas tecnologías, al igual que en el caso de las adicciones químicas y otras adicciones comportamentales, son un problema cada vez más común, serio y tratable.
Un problema que resulta difícil de entender, ya que habitualmente en los inicios, resulta una actividad gratificante, es una buena herramienta de trabajo, es un medio para buscar información, es otra forma más de relacionarse o ampliar red social, es una fuente de distracción… pero llegado un momento, para determinadas personas, deja de ser placentero, e interfiere negativamente en el funcionamiento de la vida cotidiana.
Como ocurre con otros trastornos, cuando la actividad está interfiriendo de manera negativa en los diferentes aspectos de la vida de la persona, nos tenemos que plantear que algo no está funcionando bien, que tenemos un problema.
Plantéate que tu relación con las Nuevas tecnologías empieza a ser problemática si:
-El tiempo que le dedicas va aumentando progresivamente.
-Ante la suspensión o imposibilidad de acceder a la actividad experimentas malestar.
-Te resulta difícil abandonar la actividad.
-Experimentas deseos intensos y persistentes de realizar la actividad.
-Mantienes la actividad a pesar de las consecuencias negativas que puede suponer para ti o para los demás.
-La actividad ocupa un papel prioritario en tu vida, dejando en segundo plano actividades gratificantes como relaciones con familia e iguales, responsabilidades escolares y/o laborales, actividades de ocio…
Asunción Lago Cabana. Psicóloga de Instituto Bitácora
Sobre el autor