¿Cómo vives tus emociones?

PorInstituto Bitácora

¿Cómo vives tus emociones?

Los trastornos emocionales

Los trastornos emocionales constituyen las dificultades psicológicas más numerosas a nivel mundial y sobre todo en los países desarrollados, siendo uno de los principales motivos de discapacidad.

Las investigaciones y la experiencia práctica nos muestran que en muchas ocasiones las personas son diagnosticadas de varios trastornos mentales diferentes, tales como trastorno de estrés postraumático, ansiedad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo.. o en cortos periodos de tiempo cambian de un diagnóstico a otro. Esta situación ha llevado a pensar que posiblemente muchas de las enfermedades mentales compartan más características similares que diferentes. Así, hemos llamado trastornos emocionales a un conjunto de dificultades de la vida diaria que tradicionalmente se han nombrado de maneras muy diversas, algunas tan conocidas como la ansiedad o la depresión, pero que sin embargo comparten una serie de características comunes y un origen común.

¿Por qué es útil trabajar sobre los trastornos emocionales?

En primer lugar, la experiencia nos ha mostrado que son numerosos los casos en que los manuales que utilizan los profesionales no se pueden seguir al pie de la letra y la sintomatología diversa de los pacientes no cumple con ningún trastorno en concreto.

Por otro lado, los tratamientos específicos para un trastorno en concreto en muchas ocasiones afectan a otra sintomatología, en ocasiones mejorándola y otras empeorándola. Por ejemplo, los tratamientos enfocados en mejorar la ansiedad afectan a los síntomas depresivos que también tiene la persona. Igualmente, aquellas personas que son tratadas de trastornos específicos vuelven más pronto que tarde para ser tratados de otro trastorno diferente.

Estos son algunos de los motivos por los que se ha considerado la posibilidad de trabajar estos trastornos con una misma terapia dirigida a mejorar las dificultades que encuentran las personas en su vida diaria y hacer que esta mejore. Así, las personas que presentan un trastorno emocional se caracterizan por sentir las emociones de manera intensa y desagradable y un rechazo hacia  la misma que las impulsa a evitar y escapar de la emoción, reacciones que a corto plazo suponen un alivio para la persona pero a largo plazo se vuelve cada vez más intensa y limitante para la vida de la persona.

Por ejemplo, pensemos en una persona a la que llamaremos Adela, que sufre un incendio en su casa. El día del incendio, Adela siente un miedo muy intenso y totalmente justificado que la impulsa a salir corriendo para salvarse y así lo hace. Sin embargo, cuando días después puede volver a su casa, el recuerdo de esa nefasta experiencia le hace revivir de manera muy similar ese miedo que sintió y, como no quiere recordarlo, busca distracciones o planes fuera de casa para no recordarlo y de alguna manera evitar esa emoción. ¿Ayudará esto a Adela a calmarse y olvidar el día del incendio? Pues bien, como estarán imaginando, en un primer momento sí que la ayudará a calmarse. Pero a largo plazo, el recuerdo se hará cada vez más borroso y será incluso la propia casa la que quede asociada a ese miedo tan intenso, haciendo que la persona tenga mucha dificultad para estar sola en casa. O quizás, cada vez que Adela tenga una emoción intensa similar al miedo que un día sintió, tendrá tanta dificultad para afrontarla que tendrá que estar buscando siempre alternativas y ayudas de sus familiares para distraerse de su mundo interior.

Pensemos ahora en otro ejemplo, el de Miguel. Miguel era una persona muy alegre y siempre estaba riendo y contando chistes. Sin embargo, cuando fallece su padre, Miguel debe hacerse cargo de la empresa familiar y cuidar de su madre y sus hermanos menores, tal y como dicta la tradición familiar. Miguel asume su trabajo y se siente absolutamente responsable del bienestar familiar. Tan responsable de que todo vaya bien, que Miguel empieza a trabajar cada vez más horas, ya que cuando sale a tomar algo cómo hacía antes o cuenta sus chistes de siempre, piensa que puede estar dejando de lado alguna de sus responsabilidades de cuidar y acompañar a su familia y en especial a su madre. Al principio, estar en casa o trabajando le hacía encontrarse tranquilo pero ahora se ha convertido en una dificultad enorme para divertirse con amistades porque cada vez que sale se siente tan culpable que finalmente, ha decido no hacerlo más para evitar ese malestar. Cuando Miguel pide ayuda, se ha convertido en una persona apática, explica que no tiene ganas de salir ni hacer nada más que ir del trabajo a casa, hace meses que no se ríe y explica que se siente sin energía y triste.

Con estos dos ejemplos es posible ver además que no sólo se rechazan las emociones que consideramos negativas, como el miedo o la tristeza, sino que en otras ocasiones, muchas personas pueden encontrar su dificultad a la hora de experimentar las emociones positivas, y esto también es posible trabajarlo en terapia.

Sé valiente, pide ayuda

Todo el mundo tenemos en algún momento de nuestra vida dificultades para afrontar nuestro día a día. Todos hemos tenido momentos en los que las situaciones nos superan o simplemente hemos tenido o tendremos que vivir situaciones en las que el miedo, la tristeza o la culpa nos inunden. Podemos hartarnos de buscar un nombre que ponerle a lo que vivimos, depresión, ansiedad, duelo,… pero la realidad es que todas las personas vivimos situaciones muy similares que se hacen aún más difíciles porque no sabemos afrontarlas de la mejor manera para poder salir de ellas más grandes y fortalecidos.

Es importante recordar que lo que diferencia a las personas que van a terapia no es que sufran más que los demás o que vivan las cosas de manera más intensa, sino todo lo contrario, que tienen la valentía suficiente para pedir ayuda cuando la necesitan. De manera que, si de algún modo te has sentido identificado con lo que aquí hemos hablado no lo dudes y sé valiente, pide ayuda.

Sobre el autor

Instituto Bitácora administrator

Somos un equipo multidisciplinar, encabezado por el Dr Reina, dedicado al tratamiento del alcoholismo y otras adicciones, así como a la atención de la familia y a las patologías mentales, desde un modelo bio-psico-social que permite hacer una lectura antropológica de la persona que presenta el problema en su contexto y dentro de unos principios Bioéticos.

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