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PorInstituto Bitácora

EL INTERROGATORIO

Todo paso poco a poco en una tarde de charlas y café con un buen amigo, hacia bastante tiempo que no nos veíamos, fuimos muy buenos amigos, y aparte de la amistad que nos unía, también compartíamos alguna que otra adicción.  Al cruzarnos nos dio mucha alegría, decidimos tomar un café, empezamos una charla que cuando me quise dar cuenta me estaban haciendo un interrogatorio.

Conforme se alargaba la charla me estaba dando cuenta que seguía en aquel infierno, puesto que solo quería saber cómo yo había cambiado tanto para bien, que el solo noto al apreciar mi aspecto y mi forma de hablar, no me importo sincerarme con él, ya que medí cuenta que estaba buscando ayuda, aunque su orgullo no le dejaba dar el paso definitivo, yo intente de ponérselo lo más fácil posible, me deje llevar y arranco nervioso un interrogatorio de preguntas, por querer saber que había pasado con aquel amigo que el dejo,  y hoy se encontró con otro distinto, no daba crédito a como yo estaba.

¿Cómo cambiaste tu vida de tal manera que no pareces el mismo?

Querido amigo la verdad que no soy el mismo, cuando te sirven una ración de gloria y estas harto de un plato tras otro de un infierno, no tienes dudas en saborear el nuevo, claro que no soy igual que era, solo quedo el carnet de identidad. La persona es otra, me he pausado, me he parado y he pensado, antes era un correr continuo, iba como pollo sin cabeza no pensaba, solo actuaba, mentía cada vez que hacía falta escapar de alguna situación, maquillaba todo para que pareciese otra cosa de lo que en realidad fue.

En fin, me hice un experto en cambiar las cosas de sitio, en hacer creer lo que ni yo mismo creía, estaba transformado, distorsionado, me pare y con el tiempo aprendí, aprendí a ver las cosas tal y como son, a vivir en el mundo real, sin mentiras, sin cambios de aspecto y de color, sin tener nada que esconder, aprendí de mí, y descubrí que sí que es posible, vivir en el mundo real.

¿se te aprecia de que estas mucho mejor?

Si amigo estoy bastante mejor, pero no solo por fuera que es lo que se aprecia, lo importante es por dentro, que es lo que real mente me importa, estoy tranquilo sereno y disfruto de todo, de los míos de ti que eres mi amigo y de mí que me tenía abandonado, olvidado y aparcado, hoy todo me parece de color, vivía en blanco y negro.

¿Quién te ve y quien te vio?

Fue seguramente lo que no tenía que haber sido, seré lo imprevisto, pero soy lo que quiero ser, y eso es lo que me importa, aquí y ahora, no pienso arruinar mi presente por culpa de un pasado que no tiene futuro.

¿Cómo estas en este momento?

Estoy en un sitio de confort, cómodo y contento conmigo que ya lo echaba de menos, a gusto con los demás como nunca lo estuve, agradecido por encontrarme aquí, cuando has vivido con el barro al cuello tanto tiempo, cualquier plato caliente te satisface, y no solo eso además te sirven con agrado y yo siempre fui agradecido.

¿Cómo lograste escapar?

Me di cuenta que del mal al bien solo hay un pazo, me limpié los zapatos y pase, el escapar fue complicado, pero el mantenerte fuera fue difícil, pero si aceptas la ayuda que te ofrecieron el camino fue bonito, sereno y lleno de satisfacciones.

¿Cómo lo viviste?

Es un mundo que ignoras y al principio a penas crees, pero si te pones el traje de guerrero y pones confianza en ti, te dejas llevar por la experiencia y sabiduría, pero sobre todo cree en ti porque solo creyendo en ti lo podrás conseguir., dijo un guerrero, cuando pises la arena hazlo con el espíritu del vencedor, no salgas con la derrota.

¿Qué te hizo dar el paso?

El dar este paso es complicado, de hecho, hay que reunir algunas cosas, por ejemplo, haber vivido como un muerto en vida, haber estado en el fondo del pozo con la soledad que esto conlleva, el vivir en la miseria de la falsedad y sentirte como tal, y otra cosa que ocurre que aquí nadie va, al noventa por cientos los llevan o te invitan obligado a que tienes que ir, y si no es así pues prepara las maletas que de aquí te vas, cuando reúnes todo esto ya estás preparado para dar el primer paso. 

¿Cuánto tiempo llevas?

Querido amigo aquí el tiempo es lo que menos importa, aquí solo importa la constancia y la fidelidad, constante y fiel a tus principios, a tu forma de actuar y de ver las cosas, tu empatía hacia los demás y el amor a ti y al prójimo, cuando te has llevado una buena ración de maldad y mentiras, todo el amor y cariño que pasa cerca de ti lo atrapas como un león a la gacela, y mañana no se te olvide de repetir lo mismo, al fin y al cabo, es una forma de vida muy común entre los humanos.

¿y cuánto tiempo resistirás con esta nueva actitud tuya?

Ja ja jjjjjja veo que no acabas de enterarte, no se trata de resistir ya que no estamos haciendo ningún esfuerzo, mi actitud es mi concepto de la vida y mi forma de vivir, mi camino se llama constancia y mi destino serenidad, calma y equilibrio.

¡no sabes cuánto me alegro por ti!

Gracias amigo yo me alegro más aun, por mí y por los que me rodean, se trata de querer dar el primer paso y dejarte llevar por la inercia, pero hazlo con confianza, lo que parece tan difícil y casi imposible, comienza a regalarte satisfacciones y se convierte en un camino bonito lleno de sorpresas que te hacen recuperar lo perdido, como la confianza que un día perdieron en ti, pero sobre todo no olvides que solo confiando en ti podrás vencer.,

Si tu cambias todo cambia…

PorInstituto Bitácora

Un tipo divertido

Era un tipo divertido, buena persona y amigo de sus amigos, solo tenía una falta y era grave, le gustaban casi todos los vicios, alcohol, drogas y mujeriego, como se suele decir un vicioso de los pies a la cabeza, no había soltado una cuando en nada de tiempo ya estaba metido en otra, lo que se dice un intermitente, pero de los rápidos, eso sí sin hacer daño a nadie tan solamente a los suyos que eran los que sufrían las consecuencias de aquella actitud desastrosa.

Pero un día ya cuando la gota culmino el vaso y casi con la maleta echa para que se fuese de casa, decidió pedir ayuda y bendito momento en el que lo decidió, su vida y la de los suyos cambio por completo, centro en casa la paz y cordialidad, un estado de bien inmejorable, todos tomaron aire y lo expulsaron, exclamaron por fin parece que todo va a cambiar, ha reaccionado cosa que parecía impensable, pero a todo santo le llega su día, pienso que exclamaron todos.

Dándole vueltas a la cabeza y pensando todo lo que dejaba detrás, cogió papel y lápiz y decidió escribir una despedida al infierno que había vivido.

En busca de mi libertad ya que fui un preso y esclavo de mi adicción un perdido en un mundo donde solo se escapa si reconoces lo que de verdad vives, se convirtió en un profesional de la mentira, de ocultar la verdad y de maquillar la realidad, en aquel infierno donde todo es oscuro y frio, donde el único carcelero y centinela de tu presidio eres tú, sin ver más salida que aferrarte a tu falso compañero, el que te hundió, el que como no abandones pronto te llevara a la tumba y después de abrir los ojos, empuño el lápiz y escribió esto.

Nunca me alegre tanto de haber perdido algo, en este caso a ti infierno, que tanto daño me hiciste, enturbiaste mi vida hasta el punto de no ser yo quien gobernaba mi persona, eras tú mi manipuladora, la que me condujo al desastre y al desaliento,

El que después de estar hundido me ato una piedra en los pies, la que me presentaba con un nombre distinto al mío, la que confundió a tantas personas.

Siento dejarte detras, pero tú compañía ya me hiso bastante daño, tanto a mi como a los míos, espero no te cruces más en mi camino, quiero olvidarte y dejarte lejos ya que no me aportaste nada, solo pena dolor y problemas, acabo de conocer la otra parte de la vida, la de verdad, la que no miente, la de los pies en la tierra y no en las nubes, la de levantarte por la mañana y sonreír al espejo la de dar un beso de corazón, la de echar un canto y emocionarte, la de tener sentimientos y que se te salten las lágrimas de emoción cuando el momento lo decida.

Después de desahogarse con todo esto, decidió de presentarse a la gloria, a la que hacía décadas que olvido, a la que echo tanto de menos que al encontrarla la abrazo y apretó como un náufrago puede agarrar algo que flota.

Hola espero me recibas en tus brazos, como ganas tenía yo de abrazarte, hacía tiempo que te esperaba, no recordaba como eras, pero ahora que empiezo a conocerte, no quisiera por nada del mundo pensar en perderte.

Estoy contento y lleno de satisfacción conmigo y con los que me rodean, porque me he encontrado, estaba perdido en las tinieblas, deambulando sin sentido.

De donde vengo no debería ni existir, tu ausencia me hiso bastante daño, pero al rescatarte mi vida tiene sentido, espero estar contigo todo el tiempo del mundo, eres agradable y suave como el terciopelo, tienes la claridad y dulzura del caramelo, sé que andar por tu alfombra suave tiene un precio, pero pisándola con firmeza y mente despejada, será un caminar sencillo, porque fuera de tu línea está la cuneta llena de espinos, y no quiero arañarme, porque ya cuando llegue a ti, traía las cicatrices de un caminar doloroso y triste.

En fin, quisiera estar siempre contigo y pasar los obstáculos de la vida juntos, porque luchando contigo, me siento más fuerte y más vivo, porque luchar muerto no es justo ni tiene sentido.

´´Solo creyendo en ti podrás vencer´´

JR 29/4-2023

PorInstituto Bitácora

¿Qué síntomas suelen aparecer ante el estrés?

El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. Sabemos que a nivel psicológico muchos síntomas producidos por el estrés pueden ser percibidos e identificados por la persona que lo sufre. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a una reacción de estrés es la ansiedad.

Los síntomasde ansiedad más frecuentes son:

  • A nivel mental:
    • Incapacidad de concentración.
    • Falta de memoria; más errores.
    • Disminución del rendimiento general.
    • Inseguridad.
    • Dificultad para decidir.
    • Ideas obsesivas y angustiantes.
    • Pensamientos negativos sobre uno mismo.
    • Valoración catastrofista de la realidad.
    • Incapacidad para terminar una cosa antes de empezar otra.
    • Tener mucho que hacer y no saber por dónde empezar.
  • A nivel físico:
    • Falta de energía.
    • Tensión muscular.
    • Dolores de cabeza.
    • Dificultades respiratorias.
    • Dificultades para tragar.
    • Sequedad de boca.
    • Palpitaciones.
    • Aumento de la tensión arterial.
    • Sudoración.
    • Temblor.
    • Mareo.
    • Náuseas.
    • Molestias en el estómago.
    • Problemas en la piel
    • Caída del cabello, etc.
  • A nivel de comportamiento:
    • Comportamientos impulsivos: comer con mucha ansiedad y en grandes cantidades, beber o fumar en exceso o gastar demasiado dinero.
    • Conductas hostiles y agresivas.
    • Alteración de las horas de sueño: problemas de insomnio, dormir poco o dormir mucho.
    • Intranquilidad motora: movimientos repetitivos, tocarse, rascarse, etc.
    • Tartamudear.
    • Evitación de situaciones temidas.
    • Quedarse paralizado.
    • Ir de un lado a otro sin una finalidad concreta.
  • A nivel emocional: el estrés, además de producir ansiedad, puede producir otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer:
    • Enfado o ira.
    • Irritabilidad.
    • Impaciencia.
    • Angustia.
    • Preocupación.
    • Miedos.
    • Tristeza/depresión.
    • Estallidos emocionales.
    • Baja autoestima.
    • Sentimientos de soledad.
    • Frustración.
    • Culpabilidad.

Finalmente comentar, que si el estrés es muy intenso y se prolonga en el tiempo, puede llegar a producir enfermedades físicas y mentales.

PorInstituto Bitácora

¿En qué consiste el estrés?

En la actualidad, nos resultan familiares frases como “últimamente estoy muy estresado, no tengo tiempo para nada”, “qué estrés, no llego a tiempo” o “mi médico me ha dicho que lo que tengo es estrés”. Sin embargo, si preguntamos a esas personas cómo definirían el estrés, el asunto se hace complejo, porque el estrés es muy fácil de experimentar pero difícil de definir.

Desde una perspectiva etimológica, tiene su origen en el verbo latino “stringere” y significa apretar, oprimir, estrechar o contraer.

Sabemos que el estrés afecta a todo el mundo. Cuando decimos “me siento estresado”, realmente estamos diciendo que lo que estamos sintiendo es excesivo.

El estrés es una reacción normal de la vida de las personas de cualquier edad.

Se puede decir que el estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional o físico de la persona.

Se trata de una reacción adaptativa. El estrés constituye una parte esencial y necesaria de nuestras vidas. Nuestra vida está en continuo cambio y exige adaptarnos continuamente. Cuando la situación se ha solucionado cesa la respuesta de estrés y el organismo vuelve a un estado de equilibrio. Por tanto, el estrés es el resultado de la adaptación de nuestro cuerpo y nuestra mente al cambio, y gracias a esta respuesta de adaptación hemos sobrevivido como especie durante milenios.

Este nivel de estrés es necesario y deseable, pues actúa como factor de motivación para vencer y superar obstáculos. Puede decirse que es un elemento que nos ayuda a alcanzar el éxito, es el combustible para el logro de nuestras ambiciones. También es cierto que en ocasiones ese nivel de estrés puede ser superado llegando a ser perjudicial para la persona.

Por tanto, podemos definir el estrés como una respuesta global de nuestro organismo: física, psicológica y de comportamiento de un individuo a cualquier cambio en el ambiente, para adaptarse a él. Mediante esta respuesta el organismo se prepara para abordar la nueva situación, ya sea enfrentándose a ella, soportándola o huyendo. Así, cuando se produce esta activación en nuestro organismo podemos percibir mejor la nueva situación, decidir qué conductas llevar a cabo y realizarlas de la manera más rápida posible.

El estrés es algo subjetivo y personal. Comienza cuando percibimos una situación, una persona o un suceso como amenazadora y desafiante. La misma situación puede ser percibida de manera totalmente diferente por dos personas, pues ante una misma situación, una persona puede estresarse y otra no. E incluso una misma persona, en momentos diferentes, puede percibir y reaccionar de manera diferente ante el mismo suceso.

Ello lo podemos comprobar si observamos a nuestros amigos o familiares, ante la misma situación estresante unas personas reaccionan con mucho estrés y otras se quedan como si no hubiera pasado nada.

Un ejemplo de esto es el siguiente: Imagina el caso de varios estudiantes que se examinan en el plazo de dos días, que no cuentan con el tiempo suficiente para prepararlo, y que el hecho de suspender tiene consecuencias negativas para ellos. Si les preguntásemos cómo se sienten al preparar ese examen, unos dirían que tienen el corazón muy acelerado, otros que están sudando porque piensan que van a suspender y seguramente otros dirían que están tranquilos.

Lo curioso de esta situación es que todos han vivido el mismo estresor, que es preparar un examen importante sin tiempo para ello, pero no todos han experimentado esta situación de la misma manera. Por tanto la clave de estresarnos no está tanto en el suceso estresante sino en cómo lo percibimos. 

Tanto si el peligro es real como si es percibido como real por la persona, el resultado a nivel fisiológico es el mismo, pues generalmente provoca tensión, ansiedad, y distintas reacciones físicas. También sabemos que en esta reacción participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluidos el cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular.

PorInstituto Bitácora

Los conflictos familiares ¿evitarlos o gestionarlos?

En nuestro último post hablamos sobre la importancia de la familia y cómo la interrelación entre los miembros provoca que cualquier situación o conflicto que ocurra a uno de ellos o entre los miembros afecte también al resto. En esta ocasión continuaremos en esta línea centrándonos en este post en los conflictos familiares.

Hallar situaciones de conflicto en un ambiente familiar es algo natural e inevitable. Sin embargo, este tipo de conflictos no son necesariamente negativos. De hecho, de ellos se puede aprender y pueden servir para el progreso y desarrollo personal y familiar. Por ello, lo fundamental no es evitar el conflicto, puesto que es inevitable, sino manejarlo de la manera más asertiva posible y evitar la escalada de agresividad.

¿CUÁLES SON LOS CONFLICTOS FAMILIARES?

Los conflictos que subyacen a los problemas de convivencia familiar pueden tener su raíz en diferentes áreas de la dinámica familiar. En esta ocasión nos centraremos en la manera de educar.

En primer lugar, hablaremos de aquellos conflictos relacionados con la MANERA DE EDUCAR:

Cuando hablamos de estilos educativos nos referimos a los pensamientos y acciones que los padres tienen hacia sus hijos en cuanto al afecto y comunicación y en cuanto a el control y las exigencias que se manifiesta en tales relaciones.

Normalmente se describen cuatro estilos educativos parentales:

  • Estilo autoritario: predomina la existencia de abundantes normas y la exigencia de una disciplina bastante estricta. Las normas no suelen justificarse ni se toman en consideración las necesidades de los hijos. La obediencia de sus hijos se obtiene frecuentemente mediante imposiciones, amenazas y privaciones. Además, las muestras de afecto a los hijos son escasas.
  • Estilo permisivo: los padres de este estilo se caracterizan por el afecto y el dejar hacer. Existen altos niveles de comunicación y afecto. Sin embargo, las escasas normas y demandas planteadas a los hijos hacen que estos encuentren pocas exigencias a las que hacer frente, por lo que no suelen asumir compromisos familiares, escolares ni sociales. De este modo, son los padres los que en todo momento tienden a adaptarse a los hijos, centrando sus esfuerzos en satisfacer sus necesidades.
  • Estilo sobreprotector: es el de los padres poco exigentes. No dejan que los hijos ensayen respuestas de manera autónoma, pues tratan de evitar que sus hijos se enfrenten a las dificultades de la vida, y así evitar que se frustren. Padres que limitan las responsabilidades de sus hijos y no les brindan autonomía a medida que van creciendo. Son padres muy sensibles e interesados por sus hijos, con un nivel excesivo de preocupación por ellos.
  • Estilo democrático: el mostrar afecto a los hijos y ser sensible a sus necesidades se combinan con una cierta firmeza en el mantenimiento de las normas y principios que se establecen razonadamente con los hijos. Hay normas claras, consistentes y adaptadas a sus posibilidades, que justifican ante los hijos. Los padres fomentan la independencia de los hijos, esperan y exigen cooperación y respeto de normas. Estos padres utilizan mucho la reflexión sobre las consecuencias de determinados comportamientos de sus hijos.

Es importante saber que estas diferentes maneras de educar tienen efectos en el desarrollo de los hijos, en su comportamiento y en su forma de relacionarse con los demás.

De estos cuatro estilos, el democrático es el más saludable para el desarrollo de los hijos y de su relación con sus padres.

PorInstituto Bitácora

El peligro de las cachimbas

Fumar cachimbas está de moda y es una afición compartida cada vez por más personas, especialmente adolescentes, entre los que empieza a convertirse en un problema serio.

Los jóvenes que fuman cachimba tienen la percepción de menor daño para la salud y de menor adicción en comparación con los cigarrillos convencionales. En este sentido, muchas personas adultas tienen la misma idea preconcebida. Además, su accesibilidad, la posibilidad de compartirla con los amigos, su sabor afrutado y más agradable que el tabaco o la falta de advertencia sobre sus riesgos, pueden ser factores que puedan explicar el auge de su consumo.

¿QUÉ SON LAS CACHIMBAS Y CÓMO FUNCIONAN?

Una cachimba es una pipa de agua que permite fumar tabaco aromático a través de un filtro de agua y una o varias boquillas, lo cual lo convierte en una especie de acto social. El humo, que puede tener diferentes sabores, está formado por tres ingredientes: tabaco caliente, melaza y fruta. Hay sabores diferentes como fresa, menta, piña, mora, etc.

¿POR QUÉ SON TAN PELIGROSAS LAS CACHIMBAS EN LA ADOLESCENCIA?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó ya en 2005 de que el consumo de cachimbas se estaba convirtiendo en un problema de salud pública.

Fumar en cachimbas puede liberar los mismos tóxicos que el cigarrillo convencional e incluso mayor cantidad de nicotina y de monóxido de carbono, a lo que hay que añadir los riesgos infecto-contagiosos por el uso compartido de boquillas.

Los estudios demuestran que fumar cachimbas produce cuatro veces más alquitrán que hacerlo con un cigarro tradicional, puesto que contiene más nicotina y metales pesados. Una sesión de cachimba de una hora provoca el mismo monóxido de carbono de 20 cigarrillos. Además del vapor que se inhala, están los aproximadamente 250 compuestos cancerígenos del tabaco, además de otros menos controlados, como aromas y esmaltes. La realidad es que las cachimbas son tan adictivas como el tabaco, pues la nicotina tiene un gran poder adictivo.

También, algunos adolescentes y jóvenes, mezclan el tabaco con los derivados del cannabis y sustituyen el agua por bebidas alcohólicas, lo cual hace que esta práctica sea todavía más dañina.

¿QUÉ IDEAS FALSAS EXISTEN SOBRE LAS CACHIMBAS Y LA SALUD?

Existen una serie de mitos extendidos y normalizados sobre las cachimbas:

Fumar en cachimba es más sano que fumar tabaco. Es falso puesto que los compuestos cancerígenos siguen estando presentes, y lo que es peor, están en mayores dosis si tenemos en cuenta el tiempo de exposición (un cigarrillo se fuma en 5 minutos pero una cachimba no).

Fumar en cachimba no produce adicción porque casi no tiene nicotina. También es falso porque contienen nicotina. Da igual que cambie la forma de consumo, la sustancia sigue estando y su poder adictivo también.

Fumar en cachimba es más sano que vapear. Igualmente es falso, el humo de la cachimba siempre es dañino a pesar de pasar a través del agua.

¿CÓMO PREVENIR EL CONSUMO DESDE LA FAMILIA?

Consideramos que la familia es la que más influye en cuanto a la prevención de las adicciones. Por este motivo, en este apartado, aportaremos algunas orientaciones dirigidas a los padres.

Parece bastante demostrado que los padres actúan como modelos de sus hijos y que por tanto, su conducta se verá reflejada en ellos. En muchas familias, los padres beben y fuman. Cuando se ha normalizado el consumo de tóxicos por parte de los progenitores, los hijos tienen más probabilidad de acercarse a ese consumo de sustancias tóxicas.

Los padres deben informarse bien de lo que suponen las drogas que sus hijos estén utilizando, alcohol, tabaco, cocaína, marihuana, etc. y de sus riesgos.

También los padres, deben de supervisar la conducta de los hijos, con autoridad y cariño, sin autoritarismos, lo cual servirá también de protección a los hijos, al limitar el efecto de la influencia de los grupos de amigos.

Un estilo permisivo de educación, dejando que los hijos hagan lo que quieran sin límites de ningún tipo, incide de manera desfavorable en la prevención de las adicciones o de conductas perjudiciales. A los chicos hay que ponerles normas y límites claros, y hacérselos cumplir, aunque siempre hay que ir mezclando la fortaleza y el cariño, lo que vendría a ejemplificarse con la frase “puño de hierro con guante de seda”.

Fomentar la autonomía, tan necesaria conforme los hijos van creciendo, desde la comunicación, el afecto y el control parental.

De especial relevancia es que desde la familia se fomente la autoestima en los hijos. Esto puede darse cuando existe una cohesión familiar y los padres se plantean una educación consistente, basada en valores y en el conocimiento de cada uno de sus hijos.

La ausencia de afecto, aceptación y apoyo de los hijos, disminuirá su autoestima y aumentará su inseguridad, lo cual sitúa a los hijos en un escenario de mayor vulnerabilidad. Los hijos con una buena autoestima, y que además cuentan con criterios propios, reducen su vulnerabilidad ante la presión social.

Otro de los factores que favorecen la prevención es que los padres estén al tanto de las actividades, aficiones y amistades que forman parte de la vida de sus hijos, aunque resulte más difícil conforme van creciendo.

Otro aspecto importante es invitar a los hijos a hacerse preguntas. Es más efectivo que se cuestionen y duden que darles las recetas de cómo actuar. De esta última manera tranquilizamos nuestra conciencia pero no es efectivo. Pueden ser interrogantes a plantear “¿por qué tus amigos no pueden pasar sin fumar cachimba?”, “¿consideras que es buena para la salud?”.

Por último, resultan de utilidad las escuelas de padres, para fomentar en los hijos valores e intereses pro sociales, responsabilidad, autoestima, habilidades sociales, capacidad de toma de decisiones y pensamiento crítico, entre otras cosas.

PorInstituto Bitácora

¿Cómo vives tus emociones?

Los trastornos emocionales

Los trastornos emocionales constituyen las dificultades psicológicas más numerosas a nivel mundial y sobre todo en los países desarrollados, siendo uno de los principales motivos de discapacidad.

Las investigaciones y la experiencia práctica nos muestran que en muchas ocasiones las personas son diagnosticadas de varios trastornos mentales diferentes, tales como trastorno de estrés postraumático, ansiedad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo.. o en cortos periodos de tiempo cambian de un diagnóstico a otro. Esta situación ha llevado a pensar que posiblemente muchas de las enfermedades mentales compartan más características similares que diferentes. Así, hemos llamado trastornos emocionales a un conjunto de dificultades de la vida diaria que tradicionalmente se han nombrado de maneras muy diversas, algunas tan conocidas como la ansiedad o la depresión, pero que sin embargo comparten una serie de características comunes y un origen común.

¿Por qué es útil trabajar sobre los trastornos emocionales?

En primer lugar, la experiencia nos ha mostrado que son numerosos los casos en que los manuales que utilizan los profesionales no se pueden seguir al pie de la letra y la sintomatología diversa de los pacientes no cumple con ningún trastorno en concreto.

Por otro lado, los tratamientos específicos para un trastorno en concreto en muchas ocasiones afectan a otra sintomatología, en ocasiones mejorándola y otras empeorándola. Por ejemplo, los tratamientos enfocados en mejorar la ansiedad afectan a los síntomas depresivos que también tiene la persona. Igualmente, aquellas personas que son tratadas de trastornos específicos vuelven más pronto que tarde para ser tratados de otro trastorno diferente.

Estos son algunos de los motivos por los que se ha considerado la posibilidad de trabajar estos trastornos con una misma terapia dirigida a mejorar las dificultades que encuentran las personas en su vida diaria y hacer que esta mejore. Así, las personas que presentan un trastorno emocional se caracterizan por sentir las emociones de manera intensa y desagradable y un rechazo hacia  la misma que las impulsa a evitar y escapar de la emoción, reacciones que a corto plazo suponen un alivio para la persona pero a largo plazo se vuelve cada vez más intensa y limitante para la vida de la persona.

Por ejemplo, pensemos en una persona a la que llamaremos Adela, que sufre un incendio en su casa. El día del incendio, Adela siente un miedo muy intenso y totalmente justificado que la impulsa a salir corriendo para salvarse y así lo hace. Sin embargo, cuando días después puede volver a su casa, el recuerdo de esa nefasta experiencia le hace revivir de manera muy similar ese miedo que sintió y, como no quiere recordarlo, busca distracciones o planes fuera de casa para no recordarlo y de alguna manera evitar esa emoción. ¿Ayudará esto a Adela a calmarse y olvidar el día del incendio? Pues bien, como estarán imaginando, en un primer momento sí que la ayudará a calmarse. Pero a largo plazo, el recuerdo se hará cada vez más borroso y será incluso la propia casa la que quede asociada a ese miedo tan intenso, haciendo que la persona tenga mucha dificultad para estar sola en casa. O quizás, cada vez que Adela tenga una emoción intensa similar al miedo que un día sintió, tendrá tanta dificultad para afrontarla que tendrá que estar buscando siempre alternativas y ayudas de sus familiares para distraerse de su mundo interior.

Pensemos ahora en otro ejemplo, el de Miguel. Miguel era una persona muy alegre y siempre estaba riendo y contando chistes. Sin embargo, cuando fallece su padre, Miguel debe hacerse cargo de la empresa familiar y cuidar de su madre y sus hermanos menores, tal y como dicta la tradición familiar. Miguel asume su trabajo y se siente absolutamente responsable del bienestar familiar. Tan responsable de que todo vaya bien, que Miguel empieza a trabajar cada vez más horas, ya que cuando sale a tomar algo cómo hacía antes o cuenta sus chistes de siempre, piensa que puede estar dejando de lado alguna de sus responsabilidades de cuidar y acompañar a su familia y en especial a su madre. Al principio, estar en casa o trabajando le hacía encontrarse tranquilo pero ahora se ha convertido en una dificultad enorme para divertirse con amistades porque cada vez que sale se siente tan culpable que finalmente, ha decido no hacerlo más para evitar ese malestar. Cuando Miguel pide ayuda, se ha convertido en una persona apática, explica que no tiene ganas de salir ni hacer nada más que ir del trabajo a casa, hace meses que no se ríe y explica que se siente sin energía y triste.

Con estos dos ejemplos es posible ver además que no sólo se rechazan las emociones que consideramos negativas, como el miedo o la tristeza, sino que en otras ocasiones, muchas personas pueden encontrar su dificultad a la hora de experimentar las emociones positivas, y esto también es posible trabajarlo en terapia.

Sé valiente, pide ayuda

Todo el mundo tenemos en algún momento de nuestra vida dificultades para afrontar nuestro día a día. Todos hemos tenido momentos en los que las situaciones nos superan o simplemente hemos tenido o tendremos que vivir situaciones en las que el miedo, la tristeza o la culpa nos inunden. Podemos hartarnos de buscar un nombre que ponerle a lo que vivimos, depresión, ansiedad, duelo,… pero la realidad es que todas las personas vivimos situaciones muy similares que se hacen aún más difíciles porque no sabemos afrontarlas de la mejor manera para poder salir de ellas más grandes y fortalecidos.

Es importante recordar que lo que diferencia a las personas que van a terapia no es que sufran más que los demás o que vivan las cosas de manera más intensa, sino todo lo contrario, que tienen la valentía suficiente para pedir ayuda cuando la necesitan. De manera que, si de algún modo te has sentido identificado con lo que aquí hemos hablado no lo dudes y sé valiente, pide ayuda.

PorInstituto Bitácora

Claves para la recuperación del adicto: La familia y su entorno.

  • Cuando una persona consume sufre ella, su entorno y su familia. Es por esto que cuando se toma la decisión de comenzar un proceso de recuperación la familia y el entorno son factores claves.
  • El consumo provoca multitud de problemas a nivel familiar, social y laboral. Es por ello, que las personas o familiares del entorno más cercano del adicto también van a necesitar ayuda profesional ya que a medida que el problema avanza se ven afectados emocionalmente de forma grave.
  • La familia no es responsable de que la persona consuma, pero en muchas ocasiones, sin quererlo y para evitar conflictos, terminan siendo facilitadores. Por eso, es recomendable buscar ayuda para sí mismos y para tener estrategias de cómo enfrentar dicha problemática.
  • El adicto se vuelve manipulador. Los que más sufren son los cónyuges, padres e hijos. La persona que sufre de una adicción, de cualquier tipo, se odia a sí misma y de cierta forma, fomenta discusiones volcando su odio y frustración en los demás y sirviendo este ciclo como aumentador de su consumo.
  • Es común que, debido al agotamiento de luchar contra esta situación, los familiares y personas cercana al adicto, siendo testigos de cómo este destruye su vida, intenten controlar la adicción gritándole, amenazándole e incluso, finalmente, encubriéndole. 

    ¿Qué podemos aconsejar a la familia para romper con esta situación?
  • Ayudar no es encubrir, sino lograr que la persona consiga responsabilizarse y hacerse cargo de su situación. Por ello, es importante que la familia recurra a centros de tratamiento. En instituto Bitácora trabajamos con el adicto para que este asuma su problema y a partir de ello, comience su camino hacia la recuperación.
  • Al mismo tiempo trabajamos con los familiares, ayudándoles, acompañándoles y dotándoles de las estrategias y herramientas necesarias para sentirse bien y saber llevar la adicción.
  • Aunque es el adicto quien finalmente debe admitir, aceptar su problema y buscar ayuda. En muchas ocasiones, el que los familiares comiencen buscándola por él facilita que el adicto acabe accediendo a recibirla e inicie su tratamiento hacia la recuperación.
  • Si buscas un camino hacia la recuperación, ya sea tuya o de un familiar, debes saber que acudir a Instituto Bitácora es un magnífico primer paso.
  • Llámanos para pedir cita al 954 63 28 54/ 638 539 748, en nuestro centro prestamos atención a las familias.
PorInstituto Bitácora

Testimonio de un paciente

En esta ocasión queremos dejar por aquí el testimonio de un paciente acerca de su proceso de recuperación. Queremos que esto sirva como motor de motivación para todas aquellas personas que nos lean y que piensen que la adicción es algo de lo que no se puede salir. 

Queremos agradecer a T. por su sinceridad y su generosidad al compartir su experiencia. 

Esta semana justo he cumplido un año y tres meses desde que empecé el tratamiento con el Doctor Reina, Choni y Ana.

Un año y tres meses en los que mi vida ha cambiado por completo, con mucho trabajo, esfuerzo y sobretodo paciencia. He pasado por baches, pero por suerte no he tenido ninguna recaída ni nada que se le parezca, y eso, quizás ha hecho que todo sea un poco más fácil.

Haciendo balance y mirando atrás veo que el camino no ha sido fácil, y no seguirá siéndolo, pero hay cosas que hacen que seguir por el buen camino sea la mayor motivación. En mi caso, volver a acercarme a Dios, a mi familia y seguir haciendo deporte, han sido las claves.

He visto desde el primer día que empecé el tratamiento y cambié de vida literalmente, una liberación y una paz interior que no tenía desde hacía años. Esto me ayudaba en los momentos más duros, cuando las fuerzas aflojaban y a lo mejor no el hecho de tener deseos de consumo, sino mirando atrás y siendo consciente de todos los errores cometidos.

Deporte – En esos momentos, ver que estaba llevando una vida sana, sin mentiras, tener plena consciencia de mis actos y mi cabeza 24/7 me ayudaba a seguir. Los resultados deportivos a pesar de haber dejado mi deporte, y probar otros nuevos, teniendo el cuerpo y la mente desintoxicados cada día un poco más me ayudaba a motivarme, a seguir, a no querer dejar nada atrás. Estaba conociendo un nuevo yo, con unas capacidades nuevas, una capacidad de sufrimiento y ganas de seguir que cuando estaban en épocas de consumo era impensable.

La motivación deportiva ha sido una pieza fundamental para darme cuenta de hasta dónde puedo llegar y que con trabajo, paciencia, puedes mover tus límites cada día un poco más lejos.

Familia – Amigos – Novia– Este aspecto ha sido fundamental, volver a acercarme a mi familia, y no es que estuviera alejado físicamente, sólo vivía en otra ciudad y venía a visitarlos a menudo, pero vivía una mentira de la que llevaba meses queriendo salir y no sabía cómo pedir ayuda.

El volver a mi ciudad, estar cerca de mi familia y hacerles partícipes de mi tratamiento, de mis mejoras, de mis necesidades. Hablar de otros temas no relacionados con la adicción pero que me atormentaban desde hacía años, me ha ayudado a confiar más en los demás, a ser más abierto y consciente de que tener una familia para apoyarte en todo es el mayor de los tesoros.

Por otro lado, habiéndome equivocado en el asunto de las relaciones sentimentales, creo que el estar haciendo las cosas bien y olvidarme de buscar a alguien, y simplemente buscar mi mejor versión día a día ha hecho que aparezca ella, la mejor persona que he conocido. Ejemplo de amor, de bondad, de fe en Dios. Estoy muy feliz, pero con los pies en la tierra.

Para terminar este apartado, lo que me ha costado y me está costando recuperar a mis amistades de toda la vida, pero en definitiva las sanas, esto ha sido una motivación enorme y me ha ayudado muchísimo para llevar el tratamiento adelante.

Tratamiento – En este caso, la decisión que tomé el día que accedí a tratarme, creo que ha sido una de las más acertadas.

Esta decisión fue confiar al 100% en lo que me dijeran y propusieran, tanto Ana, como Choni como el Doctor Reina. Creo que ha sido una pieza clave el no dejarme llevar por mis instintos en muchas cosas, en escuchar y llevar a cabo las recomendaciones.

Me ha servido como guía y motivación para no desviarme ni una sola vez. Me acuerdo que la única vez que no hice caso a Choni, en un tema que no estaba relacionado con el consumo, pero como hablábamos de todo e intentabamos poner todo en orden, no le hice caso y decidí actuar como me dictaba el corazón, me di un golpe estrepitoso y me di cuenta de que estaba haciendo bien confiando y actuando en consecuencia en todo lo relacionado con la adicción.

La terapia de grupo ha sido también fundamental en todo esto, me ha hecho sentirme parte de algo sincero, sin medias tintas, en dónde todos podemos abrirnos totalmente, sin miedo al qué dirán. Han sido mi segunda familia.

Acercarme a Dios –  Cuando llevaba ya dos o tres meses de tratamiento, y me encontraba con una fuerza enorme, a pesar de que estaba pasando por momentos personales y laborales aún duros, me di cuenta de que era momento de sacarme del centro, de volver a acercarme a Dios como había hecho todo mi vida, y que los dos últimos años de consumo me había alejado por el simple hecho de la vergüenza que me daba a mi mismo y pensaba que ocultandome de todo y todos, no pasaba nada.

Por lo tanto fue volviendo a mi manera, pero volviendo, viviendo mi fe y espiritualidad ayudando a los demás, volviendo a misa, a confesarme, a preparar voluntariados…

Esto me ha hecho ver mi problema desde otro punto de vista, no olvidarme de cuales son mis objetivos, pero si sacarme del centro de todo a mi, que me estaba volviendo más egoísta si cabe, más egoísta de lo que un adicto puede ser.

Por lo tanto, mirando atrás, y dejándome mil cosas que comentar, creo que he trabajado bien, que aún me queda mucho, en muchos aspectos, pero una cosa tengo clarisima en todo esto:

En la vida no hay que dejar de intentar ser mejor ni un solo día. Paso a paso, poco a poco, pero intentando crecer y no estancarse ni conformarse.

Muchas gracias a Lola, por estar ahí siempre para todo lo que he necesitado, incluso para reñirme.

A Choni, por las horas charlando de todo y de nada, poniendo mi vida patas arriba para luego ir ordenando lo realmente importante. Por las lágrimas y las risas. Sé que puedo contar con ella aunque ya no forme parte del equipo.

Al Doctor Reina, porque me ha enseñado a conocerme, a identificar mis debilidades, a explotarlas, a crecer, a no olvidarme de seguir creciendo en TODO, y a confiar en los demás mucho más.

Y por supuesto a Ana, que ha sido con la que más horas he pasado, aunque haya sido con más compañeros, me ha ayudado a ver las cosas de otra manera, de otra manera mejor y más práctica, y sobretodo a no confiarme absolutamente NUNCA.

Para terminar a mis compañeros de la terapia de grupo, por los que estaban y están, porque sin ellos habría sido absolutamente imposible llegar a dónde estoy, y seguramente sea imposible llegar más lejos.

PorInstituto Bitácora

SIGNIFICADO DE LA ENFERMEDAD DENTRO DEL SISTEMA FAMILIAR (I)

Decíamos, que la adicción es una enfermedad que en los inicios pasa desapercibida, entrando en la vida de la persona que la padece, y en la de sus familiares y allegados, de manera gradual, y poco a poco se va instalando, para destruir su bienestar físico, mental y social. Decíamos que es la familia la que detecta estos cambios, y que conforme se van agravando, va afectando de manera negativa a su organización, a sus costumbres, a la forma en que se comunica y a las relaciones afectivas. Decíamos que es la propia familia, la que da razones a la persona  consumidora para que acepte ponerse en tratamiento, ya que ésta no tiene una percepción objetiva de su relación con la sustancia o la conducta y las consecuencias que está teniendo en su vida y en la vida de los que le rodean.

Hablábamos también de cómo la implicación e intervención de la familia en la atención de personas con problemas adictivos, mejora significativamente la evolución y eficacia de los tratamientos.  Hablábamos, de la importancia de realizar una evaluación exhaustiva y detallada de la situación que presenta el paciente y la familia, para adaptar las estrategias terapéuticas y el apoyo a la familia, para que así el pronóstico sea más favorable.

Pero para que la familia pueda ser el gran aliado en el proceso de recuperación, y diseñar y aplicar estrategias de intervención para que así pueda ser, la familia tiene que estar bien. Y ese es también el objetivo: EL BIENESTAR DE LA FAMILIA.

En los problemas adictivos, aunque la sintomatología de la enfermedad es la misma para todos los casos, las circunstancias de cómo se ha llegado a desarrollar, y el cómo va a ser el proceso de recuperación, son particulares y específicas, de ahí la importancia de una buena evaluación para poder hacer un tratamiento individualizado. O lo que es lo mismo, aplicar estrategias de intervención diseñadas para cada paciente y sus circunstancias. Y la familia, es la circunstancia más importante.

En el mejor de los casos el trabajo con la familia estará enfocado, como hemos ido explicando, para que la familia sea un apoyo positivo durante el proceso de recuperación. Pero este no es el único escenario posible. No siempre la familia puede acompañar al paciente en la recuperación. Hay situaciones que hacen, como cuando la familia está muy sobrecargada y/o  sin capacidad para adaptarse a los cambios que irán surgiendo como consecuencia del proceso de tratamiento, que el apoyo a la familia será para que se “retire temporalmente” y se recupere, mientras se trabaja con el paciente. En otros casos, el ayudar a que la familia esté bien puede incluso implicar apoyo para que siga adelante sin la persona consumidora…

Ante la diversidad de situaciones, para saber cómo tenemos que enfocar el tratamiento, y qué tipo de ayuda necesita la familia, se hace por tanto necesario, conocer

¿Cómo está la familia?

¿Cómo era la familia antes de que el consumo se convirtiera en un problema?

¿Cómo entiende la familia la enfermedad?

¿Cuál es el significado de la enfermedad dentro del sistema familiar?

 ¿Cuáles han sido las consecuencias del consumo en la dinámica familiar?

¿Cuáles son las expectativas de la familia respecto al tratamiento?… 

CUANDO UN ELEFANTE ENTRA EN EL SALÓN DE TU CASA.

Hace ya bastantes años, que leía de manos de expertos en el tratamiento de los problemas de alcohol en la familia, que convivir con el alcoholismo sería algo parecido a soportar la presencia de un enorme y molesto elefante en el salón de tu casa, del que además no puedes hablar con nadie.

Hoy sigo utilizando esta comparación porque me parece de lo más acertado. ¿Imaginan la de destrozos que puede llegar a ocasionar un elefante en el salón de una casa si sus habitantes no empujan todos juntos, con fuerza, hacia la misma dirección, cuando está entrando por la puerta para que se vaya?… ¿Y si no se pone la resistencia suficiente y el elefante se planta en medio del salón? Resultaría imposible  mantenerlo ordenado, limpio, cómodo y agradable, para que todos los que viven allí puedan disfrutar del lugar donde encontrarse y reencontrarse cada día.

Cuando en una familia uno de sus miembros tiene un problema por consumo de alcohol, drogas o conductas potencialmente adictivas, su organización, sus costumbres, sus relaciones, cambian. La dinámica habitual de la familia cambia. Todo se ve alterado, y cuanto más dure la situación, cuanto más tiempo dejemos que el elefante conviva con nosotros, más grandes serán los daños.

Los cambios que habitualmente nos encontramos a nivel familiar cuando hay un problema de alcohol, drogas o conductas adictivas son:

-Pérdida de autoridad, de credibilidad y de respeto, de la persona que tiene el problema respecto al resto de los miembros de la familia.

-Confusión de roles, debido a que el desarrollo de la enfermedad dificulta que la persona consumidora asuma sus responsabilidades dentro del sistema familiar, y otros tengan que asumirlas.

-Déficit en la comunicación, en una doble vía. De la persona que tiene el problema respecto a la familia, lo que tiene como consecuencia que el aislamiento del enfermo dentro de la familia, sea un elemento que mantiene el consumo. Y también déficit en la comunicación de la familia respecto al mundo. La familia deja de hacer muchas de sus rutinas y costumbres saludables para evitar situaciones problemáticas… para poder mantener el elefante oculto… por lo que pierde mucho refuerzo positivo y aumenta su malestar.

-Sentimientos negativos de ira, de miedo, de sensación de incapacidad, de culpa, de vergüenza, de desesperanza…

Si seguimos conviviendo con el elefante en el salón, si el consumo y sus consecuencias, se mantienen, la familia no puede evolucionar y no puede cumplir con sus funciones básicas, comprometiendo la estabilidad, seguridad, sociabilidad, madurez… de todos y cada uno de sus miembros.

Y en estas circunstancias la familia necesita ayuda. La situación se vuelve tan complicada, que uno mismo, por sí solo, no puede manejarla, se vuelve tan complicada como tener un elefante en el salón de tu casa. 

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