Archivos mensual abril 2017

PorInstituto Bitácora

ADICCIÓN A LA COMIDA

Hoy queremos hablar de la relación problemática que establecen algunas personas con la comida, relación que nada tiene que ver con comer por tener hambre.

1. Trastornos alimentarios

Los trastornos alimentarios constituyen un problema de salud emergente que tiene un fuerte impacto en nuestra sociedad. Aunque el síntoma, o la manifestación del trastorno es la alteración de la conducta alimentaria, el origen de este trastorno es multifactorial. La interacción de diferentes aspectos de origen biológico, psicológico, familiar y sociocultural, dan lugar al desarrollo de este trastorno, que provoca serias consecuencias negativas tanto en la salud física y en el funcionamiento psicosocial de la persona que lo padece.

En cuanto a factores biológicos los más significativos son el género, ya que es más probable su desarrollo en mujeres que en hombres, la etapa del proceso de desarrollo, que hace de la pubertad un periodo de alta vulnerabilidad para el desarrollo del trastorno, y el funcionamiento neuroquímico. Entre los psicológicos, se encuentran la insatisfacción personal, autoexigencia, sintomatología ansiosa y/o depresiva.

En cuanto al factor familia, las investigaciones se han centrado en el funcionamiento familiar, y concluyen que las familias con un miembro con trastorno alimentario, presentan mayor deterioro, caracterizado por menor cohesión, adaptabilidad, expresividad, independencia, respuesta afectiva, control conductual y escasez de actividades que fomenten el desarrollo de sus integrantes, cuestiones, que por otra parte son aspectos comunes a otras patologías. Desde el punto de vista sociocultural la imposición desde todos los medios de una imagen corporal “ideal” es un punto a tener muy en cuenta, en el crecimiento de este tipo de trastorno.

2. Tipos de trastornos alimentario

El término “trastornos alimentarios” se refiere a una variedad de trastornos cuya característica común son los comportamientos anormales de alimentación. Son problemas de salud mental serios, que pueden llegar a poner en peligro la vida del enfermo. Los principales trastornos alimentarios son: la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón.

Hoy nos ocuparemos de este último.

3. Trastorno por atracón.

Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), el trastorno por atracón tiene como característica principal episodios de ingesta en un tiempo concreto, generalmente inferior a dos horas, en el que la persona ingiere cantidades de alimentos significativamente superiores al que la mayoría de las personas ingeriría en tiempo y circunstancias parecidas. Se acompaña de sensación de pérdida de control, entendida como la incapacidad para contenerse y no comer, o para parar de comer una vez que se ha empezado. Se acompaña de un malestar intenso, y se asocia, al menos a tres de los hechos siguientes: Comer más rápidamente de lo normal, comer hasta sentirse desagradablemente lleno, comer grandes cantidades de alimentos sin sensación física de hambre, comer debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere, y sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.

Esta sensación, sentirse avergonzado por los problemas alimentarios, hace que los episodios se produzcan a escondidas. En este tipo de trastorno alimentario, no existen conductas compensatorias, por lo que pueden aparecer oscilaciones en el peso y problemas de sobrepeso.

Cuando se tiene un episodio por atracón, no cualquier alimento es válido. Se eligen alimentos denominados “confort” que son ricos en azúcares, grasas y sal, que producen en el cerebro serotonina, dopamina, endorfinas y opioides que dan lugar a efectos sedantes y placenteros. Por lo que este tipo de alimentos produce una rápida sendación de placer y por tanto disminuye la sensación de malestar percibido y se refuerza este comportamiento.

4. Tratamiento

La preocupación de las personas que sufren este trastorno es doble. La principal está relacionada con la pérdida de control ante la comida, que como hemos mencionado anteriormente, procude un intenso malestar. Y también está la preocupación por los efectos que dichos atracones pueden tener a medio y largo plazo en el aumento de peso, que puede acabar dañando aun más el estado emocional y las relaciones interpersonales. Así, la persona se queda atrapada en un círculo vicioso del que es difícil salir sin ayuda especializada.

La ayuda especializa, dado que los antecedentes de los atracones  son estados emocionales negativos, es decir, que la forma de comer, o la cantidad de comida ingerida está en función al estado de ánimo, y no a la necesidad fisiológica de comer, tendrá como objetivo la creación de hábitos alimentarios saludables y trabajo a nivel emocional, para aprender a manejar y afrontar las dificultades vitales.

El tratamiento, dado la etiología multifactorial del trastorno deberá ser de corte  multidisciplinar e individualizado. En muchos casos, además de psicoterapia, se requiere de apoyo farmacológico, para hacer frente a la sintomatología ansiosa-depresiva, y como en los trastornos por consumo de sustancias, la implicación de la familia y grupos de apoyo son una parte importante del proceso de tratamiento. Estar con otras personas que intentan superar el mismo tipo de problema, como en los problemas adictivos, es una potente herramienta, y puede ser una parte muy efectiva del tratamiento.

Asunción Lago Cabana

 

PorInstituto Bitácora

Trastorno del Espectro Autista

El pasado 2 de abril fue el Día Mundial de concienciación sobre el Autismo. El Trastorno del Espectro Autista (a partir de ahora lo llamaremos con las siglas TEA) es un grupo de trastornos que en la mayoría de los casos el desarrollo es anormal desde la primera infancia. En general afecta cómo una persona se comporta, cómo interactúa y cómo se comunica con otras personas.

Para muchos padres este diagnóstico viene como un jarro de agua fría y con mucha incertidumbre sobre qué pasará a partir de ahora. Sufren un duelo por el proyecto de hijo que tenían en mente y la realidad del hijo que tienen, sin embargo, la mayoría acaban haciéndose más fuertes y aprendiendo de todo que maravilloso que puede enseñarte un hijo, y aunque pueden acabar diciendo “sé que mi hijo nunca entenderá cómo es el mundo” también pueden decir “ahora yo también veo el mundo de otra manera”.

A continuación haremos un breve sobre el trastorno.

¿Cuáles son los síntomas?

Se llama “trastorno de espectro” porque diferentes personas con TEA pueden tener una gran variedad de síntomas distintos y su grado puede variar de mayor a menor gravedad.

Algunos síntomas característicos son que pueden tener problemas para hablar con otras personas y no miran a los ojos al hablar. Además, pueden interesarse por pocas cosas o actividades y muy concretas y limitadas, además de que sus  intereses son limitados pueden presentar comportamientos repetitivos. Es posible que pasen mucho tiempo ordenando cosas o repitiendo una frase una y otra vez.

¿Hay datos de alerta para los padres?

No señalar o no mirar al que habla cuando se tiene entre 9 y 16 meses son algunas de las señales que deben alertar a los padres para acudir a un especialista. En ese tiempo los bebés utilizan su dedo para señalar lo que quieren o les llama la atención, los niños con autismo no desarrollan esto o lo hacen muy tardíamente.

Otra señal por las que hay que consultas es si a los 15-18 meses el niño ya ha dicho sus primeras palabras “mama” o “papa” o ya sonríe y de repente deje de hacerlo.

Ninguno de estos signos por sí mismos indican que el bebe presenta el trastorno pero sí es un signo de alarma para los familiares.

¿Cuáles son las causas?

No se conocen las causas del trastorno del espectro autista. Tanto la genética como el ambiente influyen.

En un reciente estudio los investigadores dicen que pueden predecir si algunos bebés menores de 1 año realmente desarrollarán autismo en el segundo año. La nueva técnica experimental, mediante el uso de exámenes cerebrales estándar, está diseñada para centrarse solamente en los recién nacidos que se sabe que tienen un riesgo alto de autismo porque tienen un hermano mayor que lo padece.

 ¿Qué tratamientos hay?

En la actualidad no hay un tratamiento estándar para el autismo. Cuanto antes se comience, mayores son las probabilidades de tener más efectos positivos en los síntomas y las aptitudes. Los tratamientos incluyen terapias de comportamiento y de comunicación, desarrollo de habilidades y/o medicamentos para controlar los síntomas.

 

Dra. Mª Carmen López Alanís

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