El pasado mes de mayo llegó a mi correo un mail del colegio de mi hijo con “Uso de redes sociales y whatsapps” como asunto. Tengo que confesar que lo primero que decidí fue no leerlo, pues ese viernes me estaba resultando un día un tanto complicado y no me apetecía cabrearme, pensando que lo que contenía era otra lección sobre el uso de las nuevas tecnología, por parte de los mismos maestros que se plantan delante de sus alumnos además de con sus libros también con sus dispositivos móviles bien visibles y activados mientras dan clase. Siiiiiiiiiiiii, es verdad, lo hice regular, y en ese momento no fui capaz de admitir que todavía quedan algunos que dejan el móvil en la sala de profesores.
Pues bien, al día siguiente lo leí. En esta ocasión, no estaba dirigido a lo que los padres Leer más
En este post nos centraremos en describir algunas de las emociones que pueden convertirse en tóxicas si no se canalizan de la forma adecuada, como el enfado, la ansiedad, la angustia o la envidia, por describir algunas de las más frecuentes.
El enfado tóxico
Enfadarse es algo normal y universal, sin embargo, a muchas personas les cuesta expresarlo, porque consideran que estar enfadado es malo y que no es correcto mostrarse así, por lo que reprimen esa emoción o la disimulan.
Normalmente nos enfadamos cuando no se cumplen nuestras expectativas, es decir, cuando esperamos una cosa y recibimos otra. Ahora bien, la forma en que canalicemos esta emoción será clave para seguir adelante superando obstáculos y resolviendo situaciones difíciles de nuestra vida o para convertirla en una emoción tóxica.
Así, muchas personas confunden enojo Leer más